Me estoy remontando al año 1971 cuando Ramón Emiliani Heilbron era alcalde de Barranquilla y a mis 26 años nuestra empresa “Renoindustriales” en la calle 37 “Jesús” entre carreras 45 y 46, “Líbano” y “Olaya Herrera”, funcionaba en una casa de propiedad de la familia Emiliani, como lo eran varios edificios de estilo Art-Deco y otras propiedades de nuestro centro histórico. Aproveché mi confianza con él para proponerle un par de programas cívicos que acogió de inmediato, “Renacer del Centro” y “Embellece a Barranquilla”. Con el primero se motivó a propietarios de edificaciones ubicadas en el Centro Histórico para embellecer las fachadas de edificios y comercios, dando ejemplo la familia Emiliani porque refaccionaron y pintaron todas sus propiedades. El propio alcalde visitó a dueños y comerciantes para motivarlos y EL HERALDO destacaba las fachadas remozadas. Hoy podría diseñarse un programa similar con incentivos y participación del Distrito refaccionando calzadas y andenes del centro.

Con “Embellece a Barranquilla” se logró mucho para tan fugaz permanencia en la alcaldía porque solo duró 7 meses, y consistió en el programa más económico jamás implementado. Barranquilla era mucho más pequeña que hoy. La campaña consistió en recorrer la ciudad anotando y fotografiando lo que uno considerara que debería ser arreglado en todo tipo de predio privado con el interés de erradicar sitios puntuales de aspecto desagradable. Con esa información que incluía nombre de la empresa o familia y nomenclatura de cada una, el alcalde Ramón Emiliani les enviaba una carta firmada personalmente por él, con fotos de la fachada deteriorada, en la que en nombre de la alcaldía les solicitaba repararla o embellecerla, pintando las que lucían demacradas, eliminando jardines enmontados, o construyéndole andenes y cerrando con muros a lotes aun sin construir. Recuerdo que la Cafetería Almendra Tropical solo tenía andén en su frente pero no en los otros tres lados de esa manzana y obedeciendo la carta de la alcaldía, construyó los otros tres. Lo cierto es que fueron cientos de sitios recuperados desde el punto de vista estético y de aseo, por lo que se cumplió con el nombre de la campaña.

Hoy Dina Luz Pardo, muy apreciada amiga, exitosa dirigente gremial que durante muchos años presidió “Asocentro”, es Jefe de Servicios Públicos de Barranquilla, y como mujer cívica que siempre ha sido, ha emprendido “Barranquilla limpia y linda”, embelleciendo sitios puntuales que he recorrido para comprobar los positivos cambios logrados, y desde esta columna le hago una respetuosa sugerencia: Que replique “Embelleciendo a Barranquilla”. Con una carta puntual firmada por ella y por Alex Char se podrían mejorar centenares de puntos y fachadas sin invertir un peso. ¡Sí se puede!

@nicorenowitzky