El Partido Comunes, en cínico comunicado, rechazó las “acusaciones sin fundamento” contra la senadora Sandra Ramírez en una entrevista de Caracol Radio que Saray Giraldo le hizo a Daisy, de 38 años, quien de niña fue reclutada y abusada por las Farc.

¡Sin fundamento!, así califican el testimonio desgarrador de una mujer que, adolorida por dejar su familia, en su primera noche en las Farc, ¡con 11 añitos!, le implantaron un dispositivo intrauterino y, sin recuperarse de su dolor físico, empezó a ser violada.

“Venimos por la muchacha, la entrega o le pegamos un tiro” fue la amenaza del comandante Jair. Es el último recuerdo de su niñez y el inicio de una vida que, en sus palabras, las Farc le destruyeron; vida de indignación por falta de reconocimiento como víctima, de una justicia que castigue a sus victimarios y de alguna reparación. Sus abusadores en el Congreso…, ella, empleada doméstica con cinco hijos y revictimizada por el olvido de una sociedad indolente.

“La conocí en San Vicente del Caguán (…) nos humillaba, nos amenazaba, nos mandaba amarrar y hacía consejo de guerra a la niña que no quisiera”. Daisy se refiere a Griselda Lobo, la honorable Sandra Ramírez, por quien el Partido Comunes sale en indignada defensa.

“Hacía filas de niñas de 11, 12, 13 años, para los comandantes del secretariado. Uno pasaba primero por el registro de ella y después con el comandante a que decidiera con quién estar esa noche (…), ella les llevaba las niñas los domingos y los miércoles…, porque esos días eran los de tener sexo”. ¡Qué organización la de las Farc!

Qué indolente la sociedad que lo permitió y en la que, por ingenuidad o por intereses políticos, muchos aún defienden las monstruosidades escondidas en el Acuerdo con las Farc, concebido en una traición premiada con Nobel, nacido en un asalto a la democracia y apadrinado por una clase política que arrendó su conciencia.

Indolente sociedad la que no hace de este testimonio, los de la Corporación Rosa Blanca y los miles de historias como la de Daisy, 18.677 según la JEP, motivo de rechazo multitudinario, sino que los deja pasar como una noticia más, en la era de los derechos de los niños, convertidos en bandera política y nada más.

Indolente sociedad la que se tragó el cuento de Santos y las Farc, de las víctimas como centro de esas negociaciones. Pregúntenle a Daisy. Indolente sociedad que no castiga tan aberrantes delitos, sino que los premia con altas dignidades. Pregúntenle a la JEP, promotora de impunidad y cómplice de la indolencia.

Desgarrador el testimonio de Daisy; cínica la reacción de estos criminales en defensa de la honorable Griselda. “Ella debería estar en la cárcel, no en el Congreso”. No lo digo yo…, lo dice Daisy.

@jflafaurie