La apatía a la responsabilidad se extiende por el planeta. Vivir la vida tranquila, sin deberes que limiten la paz o la tranquilidad se ha vuelto un estilo de vida. Viajeros insaciables intentan escapar de su entorno culpando al liderazgo local de todos sus males. La decepción de los líderes está generando aversión a todo lo que sea compromiso o involucre una obligación. Reina el deseo de ganancia con el menor esfuerzo, en una sociedad patológica.
Aquellos que no pierden la esperanza de resolver los mismos problemas de hace más de un siglo, creen que cambiará el drama, si aparecen nuevos protagonistas. El asunto dejó de ser el libreto, se requiere un mejor rostro que repita el mismo guion. La serie revive temporadas en locaciones y con otros actores, pero la tragedia tiene repetido su desenlace: Todo pasa y nada cambia, ni siquiera los nombres o los apellidos.
Se viene hablando de crisis de liderazgo desde que alguien acuñó la voz líder. Parece que la figura, modelo ejemplar, influyente o inspiradora, se ha vuelto un ideal, el sueño de la más noble aspiración o la ilusión de la comunidad que exige a las familias lo que la sociedad no logra: Formar grandes líderes. El Estado se volvió el teatro popular que ya no ovaciona a superhéroes: Proclama la obra de la mediocridad y la ineficiencia.
Las fobias suelen ser temores, pánicos, miedos, rechazos, repudios o sentimientos de odio, que no siempre están asociados al trastorno de ansiedad o alguna afectación emocional. Lo indiscutible es que ese tipo de sentimientos genera problemas de todo orden. Ante el más mínimo error, falla, equivocación o incumplimiento, aparecen expresiones de violencia que se confunden con la difusión del insulto.
Palabras como tirria, repugnancia, encono, aversión, saña, execración o abominación, no hacen parte de un catálogo de enfermedades mentales, y si bien son muy poco utilizadas en el lenguaje común y corriente, terminan generando rencores entre los líderes y sus seguidores desilusionados. Es un sentimiento latente y muy poco estudiado.
La Líderofobia es una afectación psicológica propiciadora de sentimientos y emociones caracterizados por rechazo, miedo, repudio, odio y resentimientos hacia el líder o los líderes, por causas asociadas a sus decisiones o al incumplimiento de los compromisos y deberes asumidos con la comunidad o la sociedad. Puede convertirse en un trastorno de ansiedad si involucra los síntomas característicos del mismo, frente a la figura del liderazgo.
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Se requiere un tratamiento urgente para la Líderofobia.