Fungiendo como presidente gobernador del Estado de Cartagena de Indias, Manuel Rodríguez Torices, suscribió, el 7 de abril de 1813, el decreto de la Cámara de Representantes que le dio la calidad de villa, capital del departamento de Barlovento, a Barranquilla. Hoy se cumplen 212 años de ese hito histórico a partir del cual se celebran los aniversarios de nuestra ciudad.
Pero la rica e interesante historia del terruño en que tuvimos la dicha de haber nacido o de residir, data de mucho tiempo atrás. Aunque se difundió el mito de que sus pobladores iniciales fueron los galaperos que buscaban las vacas que, casualmente, pacían en esta zona, entre los aportes más recientes a la historiografía local se encuentra la amplia investigación del profesor José Agustín Blanco, que lo desvirtuó y constató la existencia del asentamiento indígena Camacho desde las primeras décadas del siglo XVI y que dio paso, hacia el año 1627, a la ubicación de la hacienda San Nicolás, alrededor de la cual se formó el conocido sitio de libres que fue este territorio.
La historiadora Adelaida Sourdis Nájera cita en su obra censos que certificaron la presencia de 2676 habitantes en 1778, al igual que el de 1835, con 11.212 habitantes. Igualmente describe que, en 1857, Tomás Cipriano de Mosquera sancionó la ley que dividió el territorio del Estado de Bolívar en los cinco departamentos de Cartagena, Corozal, Mompox, Sabanilla y Sinú, integrados por distritos, con sus cabeceras que fueron, respectivamente, los distritos de Cartagena, Corozal, Mompox, Barranquilla y Lorica.
Entre otros momentos, en 1905, en el gobierno del general Rafael Reyes, se creó el departamento del Atlántico al que lo integraban las provincias de Barranquilla y Sabanalarga, que, en 1908, pasa a llamarse departamento de Barranquilla y es suprimido un año después, siendo restablecido a través de la Ley 21 del 14 de julio de 1910, con las dos provincias.
Esta ciudad de cálido corazón, que desde siempre ha acogido con cariño y hermandad a los migrantes y al que la visita, lideró el proceso de modernidad del país en el siglo XX y hoy, sin duda, es expresiva de desarrollo social, industrial, portuario y comercial; ha enfrentado obstáculos y se ha recuperado con su resiliencia a toda prueba. Es una urbe singular, diversa y llena de hospitalidad y oportunidades. Sigamos haciendo de ella la mejor ciudad y, con la misma alegría que festejamos nuestro onomástico, unámonos y brindémosle un feliz cumpleaños a nuestra amada Barranquilla.
@Rector_Unisimon