En esta oportunidad, he querido compartir con los lectores una sensible novela sobre la gratitud, noble virtud que ayuda a purificar el alma; esta novela te ayuda a entender lo importante que es poder dar las gracias a aquellos que nos han ayudado en la vida, que nos han amado, que nos han enseñado, o que nos han permitido gozar de su compañía, y a quienes con el paso del tiempo nos hemos privado de agradecer sus deferencias.

La novela está escrita en un lenguaje sencillo, con solo 173 páginas cargadas de emociones y enseñanzas. Es muy fácil de leer y te deja una profunda reflexión sobre la vejez, considerada naturalmente como la última etapa de la vida, inevitable e ineludible.

La autora, Delphine de Vigan, seduce al lector a la reflexión sobre la gratitud y la vejez como la etapa en la que se debe aprender a perder. Cuenta la historia de una mujer exitosa que, al sentirse sola, no tiene otra opción que internarse en un geriátrico que le garantiza la seguridad y los cuidados que requiere debido al deterioro de su salud. Durante la estadía en su nuevo hogar, comparte conmovedoras conclusiones, aquí una de ellas: “Envejecer es aprender. Asumir, todas y casi todas las semanas, un nuevo déficit, una nueva degradación, un nuevo deterioro. Así es como yo lo veo. Y ya no hay nada en la columna de las ganancias. Un día ya no puedes correr, ni caminar, ni inclinarte, ni agacharte, ni levantarte, ni estirarte, ni encorvarte, ni darte la vuelta de un lado ni del otro, ni hacia adelante, ni hacia atrás, ni por la mañana ni por la noche, ni nada de nada. Solo puedes conformarte, una y otra vez. Perder la memoria, perder los referentes, perder las palabras, perder el equilibrio, la vista, la noción del tiempo, perder el sueño, perder el oído, perder la chaveta. Perder lo que te han dado, lo que te has ganado, lo que te merecías. Aquello por lo que luchaste, lo que pensabas que nunca perderías.”

La novela conecta al ser humano con la fragilidad y el estado de indefensión que llegan junto con el paso de los años y lo único posible es ralentizar sus inevitables consecuencias.

Con la lectura de Las gratitudes, podrás entender la parte humana de la amistad, de la soledad; entender lo rápido que pasa el tiempo y sin darnos cuenta, los años se han acumulado. Solo queda espacio para los recuerdos, mientras estos se van borrando de la mente.

Darle gracias a quienes compartieron o a quienes nos ayudaron en momentos difíciles de nuestra vida puede hacernos sentir mejor. Las gratitudes de Delphine de Vigan es una novela que no puedes dejar de leer, recomendada para esta Semana Santa, tiempo de reflexión y de agradecer.

@lavozdelderecho