Mientras más días pasan, más dudoso es que César Palomino, director de la Agencia de Defensa Jurídica del Estado (ANDJE), insista en contratar por 3,9 millones de dólares a Hughes Hubbard & Reed (HHR), para que actúe en el litigio en el que Colombia puede perder 430 millones de dólares con la Continental Gold.
Porque para que Hughes les ganara a otras trasnacionales el concurso realizado, pesó que incluyera en su propuesta su “alianza” –así la llamó– con la firma colombiana Astrea Abogados, en cumplimiento de una condición que creó Palomino apenas Petro lo nombró director de la Agencia, en julio de 2024.
Dado que la Agencia invitó a las trasnacionales interesadas en crear una “Alianza Estratégica con (una) firma de Defensa Jurídica Colombiana”, que “será escogida libremente por el contratista”, como hizo HHR con Astrea.
Y el punto 1.6 del concurso de la ANDJE señala que aliarse “será considerado favorablemente para la selección definitiva de la firma que representará a Colombia”. Luego el acuerdo con Astrea le sumó a Hughes para ganarse el contrato.
Contó tanto Astrea en el éxito de Hughes que de los once trabajadores que le presentó a la Agencia para mostrarle sus capacidades, seis eran de Astrea. Y que, en carta formal a la ANDJE, Gaela K. Geherin, socia y alta funcionaria de HHR, sin tener la razón, afirmó: “Consideramos que una alianza con Astrea no atentaría contra la defensa del Estado colombiano”.
Que no nos traten entonces como a idiotas y que Hughes explique por qué escogieron de aliada a la tramposa Astrea, quién les hizo el contacto con esa firma, qué mérito le vieron y qué papel profesional –no de simple mensajera– tendría en defensa de los intereses de Colombia. Y que la Fiscalía y la Procuraduría investiguen a fondo para qué, en realidad, la contrataron.
Porque todo iba muy bien para Hughes, Astrea y Palomino hasta cuando, en rueda de prensa, demostré que Astrea era un fraude creado en pos de este gran negocio –porque alguien le sopló que la ANDJE lo montaría–, sus abogados ignoran el derecho minero, no saben inglés y varios de ellos no pueden ejercer la abogacía.
Al dejarlos al descubierto, los de Astrea borraron su página web, en la que iban escandalosas falsedades sobre sus hojas de vida. Y para completar la trampa, hace poco reapareció la página en la web, ahora sin las falsedades, pero sin explicar la voltereta, otra manera de engañar.
HHR está entonces en mora de explicarnos qué colombiano los relacionó con Astrea y con qué fin real la contrató, habiendo tantas firmas de abogados en el país. Y Palomino debe responder: ¿Por qué en desacuerdo con su jefatura han renunciado altas funcionarias de la Agencia? ¿No vigiló la ANDJE la veracidad de lo que informó HHR? ¿No le parece el colmo insistir en contratarla luego de conocerse un torcido al que se le ven las orejas en este negocio?
Son además varias las falsedades dichas a los medios por César Palomino y por los otros dos jefes de la ANDJE, Yebrail Haddad y Diana Sofía Morales. Y cómo retumba el silencio de Petro, que tanto garla sobre todo, menos de este caso.