Estos afanes míos para educar a los padres en el conocimiento y manejo de un síndrome complejo como es el autismo infantil, me llevaron a cometer un error de planificación del día en que pensaba que podíamos presentar este Tercer Encuentro de Autismo del Caribe Colombiano, como lo he denominado, por lo que no tuve en cuenta que la fecha escogida, 26 de abril, coincidía con la celebración del Día del Niño, que ya habían organizado muchos padres, quienes me llamaron para que tuviera en cuenta ese detalle y si podía cambiar la fecha. Así que, ahora será el 17 de mayo.

No conozco, hasta ahora, que en Colombia se haya presentado una aclaración tan completa y práctica sobre esta condición que representa un enigma tanto para padres como para terapistas y especialistas debido a su complejidad. Lo cual se comprende porque no sólo se trata de decir autismo, sino que se debe aclarar cuál de sus variantes estamos diagnosticando, porque cada uno tiene sus características; vale decir, Autismo Clásico, Atípico, Savant, Asperger, Hiperlexia, Trastorno Semántico Pragmático, Frágil X, Rett, y muchos más que explicaré.

Los asistentes podrán conocer desde el primer caso diagnosticado por el psiquiatra estadounidense Leo Kanner, quien estableció la primera definición aceptada a nivel universal: “Una extrema soledad desde el comienzo de la vida y un deseo obsesivo por preservar la mismidad”. Curiosamente, fue un banquero llamado Donald Triplett y quien se conoce como “Caso 1″. Desde entonces, el número de casos a nivel mundial ha aumentado en una proporción de 1.300% en los últimos 50 años y sin que tengamos una explicación definitiva sobre su etiología. Cifras que llevan a preguntarse ¿es el autismo realmente una enfermedad o algo mucho más complejo que estamos empezando a conocer?

Después de unos 37 años atendiendo niños, adolescentes y adultos autistas, puedo decir que hay unas dificultades muy específicas que representan problemas de manejo para los padres y los profesionales tratantes: los trastornos de la conducta, del habla y el lenguaje, de la alimentación y la deglución, los de la integración sensorial y el uso de medicamentos y sustancias para control de los síntomas. Por esa razón, conseguí unos profesionales expertos en esos temas que pueden explicarlos y ofrecer a los padres soluciones prácticas para su abordaje. Además, neuropediatra experto en autismo asociado a síndromes convulsivos, así como neuropsicólogo quien, mediante pruebas, confirma o descarta a los portadores para que se acaben las especulaciones y hablemos todos el mismo idioma con respecto a este diagnóstico.

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