Ricardo Palmera, Alias Simón Trinidad, cabecilla de las Farc condenado en Estados Unidos a 60 años de cárcel por el secuestro de tres contratistas, fue amnistiado en la JEP por delitos que le darían 40 años de cárcel; amnistía simbólica para cerrar el cerco de impunidad con que el Acuerdo Farc – Santos los benefició, pues 40 años le faltan por purgar en Estados Unidos.
Palmera está vinculado a otros procesos, como el secuestro y asesinato de Consuelo Araújo y la masacre de Bojayá, los cuales, según la JEP, “pasan a una instancia de evaluación muy rigurosa”, para determinar si lo amnistían o lo vinculan a un macrocaso.
¡Qué más da!, si el resultado final sería impunidad disfrazada de justicia restaurativa, que disfrutarán sus camaradas hoy en el Congreso. Ayer la JEP firmó un convenio con la Agencia para la Reincorporación y Normalización, por 50 mil millones inicialmente, para que estos asesinos, secuestradores, reclutadores y violadores cumplan en libertad sus condenas en proyectos de reparación simbólica y otras veleidades.
Esa es la JEP; siete años transcurridos y aún necesita evaluación rigurosa para establecer si semejantes barbaridades son amnistiables y si Palmera es responsable. Su juicio en Estados Unidos duró ¡cuatro semanas!
“El país nunca volverá a ser el mismo”, afirmó en 2018 el comisionado Rodrigo Rivera, cuando la cúpula de las Farc compareció ante la JEP por el Caso 01 sobre secuestro y otros crímenes.
Hoy el país no es el mismo, es peor que el de 2018, en parte por el mensaje de impunidad a través de la gestión lenta y sesgada de la justicia transicional creada en el Acuerdo con las Farc a su acomodo.
Esa es la JEP, que ni guarda las apariencias frente a sus evidentes sesgos. Además de las 9.700 amnistías otorgadas por Santos hasta 2018, la JEP ha tramitado 4.238 más, pero no ha dictado una sola sentencia condenatoria.
Un estudio de la ONG Hijos de los Héroes mostró como la gestión comunicacional de la JEP se concentra en la Fuerza Pública y el macrocaso 03 de falsos positivos, y muy poco en el 01, de secuestro y crímenes de las Farc; y cómo se gasta el dinero en igual proporción, $852 millones en difundir el macrocaso 03 y solo $170 para el 01.
Esa es la JEP, que entre 2018 y 2024 le costó al país 2,4 billones de pesos y con el presupuesto aprobado para 2025 sobrepasa los 3,2 billones…, y aún le quedan ¡13 años de vida!
Esa es la JEP, que se quedó en la reparación simbólica y guarda silencio frente a las denuncias de la Corporación Rosa Blanca y el drama de más de 18.000 niños reclutados y violados por las Farc.
Esa es la JEP, que amnistía a Simón Trinidad para hacerle saber al país que su justicia es más de lo mismo: impunidad.
@jflafaurie