El Domingo pasado se entregaron los Premios Grammy en medio de una ceremonia diferente, muy íntima y privada. Solo asistieron los grandes nominados. No eran más de 50 personas. La transmisión de televisión se centró en presentaciones musicales y el resultado fue extraordinario. Los shows más naturales, centrados en la interpretación en vivo fueron los que recibieron mejores comentarios.

Los Grammy han luchado en los últimos años de librarse de una serie de pecados del pasado que los han llevado a ganarse un rechazo de públicos jóvenes que no ven representados sus gustos musicales en los premios y adicionalmente han estado bajo el ojo del huracán por temas de inclusión, dando muy poco espacio a mujeres y a la comunidad del Hip Hop.

Ante toda esta controversia que los rodeaba se propusieron un cambio y centraron las nominaciones en una nueva ola de artistas que eran más reflejo de lo que estaba siendo bien recibido actualmente.

Las mujeres, que desde hace años vienen liderando el mercado, dominaron de manera justa las mayoría de las categorías.

Taylor Swift es la figura más importante de la última década en la música y este año con su disco “Folklore” ganó el Premio como álbum del año y con solo 31 años ya lo ha ganado en tres ocasiones. Un record que solo han logrado Frank Sinatra, Stevie Wonder y Paul Simon. El disco fue una apuesta de mucho riesgo, cambiando su estilo Pop de sus lanzamientos anteriores y centrándose más en el Folk, un mood más acorde en tiempos de Pandemia. Incluso meses después publicó otro disco en la misma línea. Taylor es la voz más respetada e influyente hoy día. Admirada por artistas de todas las generaciones incluyendo a Paul McCartney.

Otra importante figura que se consolidó después del apabullante triunfo con su disco debut el año anterior fue Billie Ellish. Ganó el premio a grabación del año por su hit: “Everything I Wanted”. Demostrando que no era un fenómeno de momento. Billie y su hermano construyeron un sonido desde el cuarto de la casa de sus Padres. Algo que es una tendencia creativa actualmente en las nuevas generaciones.

Otra ganadora fue la cantante H.E.R en la categoría de canción del año por “I can breathe” que con solo 23 años venía de ser una de las más nominadas el año anterior. Esta cantante de NeoSoul toca todos los instrumentos y compone sus canciones lo que le ha ganado el Respeto y la admiración de toda la comunidad musical y sus fans.

El Hip Hop ganó la categoría de Mejor nuevo artista con Megan Thee Stallion. Premio que reivindica la posición dominante de las mujeres en el género.

El Pop tuvo como protagonistas a Dua Lipa y el ex One Direction Harry Styles que lanzaron discos extraordinarios el año anterior y ganaron los premios de esta categoría.

Una extraordinaria mujer colombiana, “Kali Uchis”, ganó un Grammy por su colaboración con el músico y productor Kaytranada en la categoría Dance.

Es evidente que la renovación musical llegó a los Grammy. No era justo que artistas gloriosos del pasado se quedaran con los reconocimientos que merece una brillante nueva generación de músicos. Lo que más me gusta es la variedad de estilos musicales. Algo que no ocurre en el mercado en español donde lo nuevo visible se centra en un solo género y donde los Grammy se siguen entregando a glorias de otras épocas.