Coldplay sin lugar a dudas es una de las bandas más populares del planeta. Han vendido más de 100 millones de discos en su carrera de 21 años aproximadamente.
Han ganado 7 Grammys y 9 British Awards. A la fecha hacen parte del selecto grupo de los 20 artistas más reproducidos en Spotify, la plataforma de streaming de música más importante del mundo.
Han publicado ocho discos y la próxima semana publicará su noveno.
Pero a pesar de su inmensa popularidad han perdido muchos fans en los últimos años. Esta es la historia de los pecados que la banda ha cometido:
Sus dos primeros discos fueron absolutamente fantásticos. Parachutes, su álbum debut lanzado en el año 2000, produjo varios hits incluyendo: Yellow y Trouble.
Su segundo álbum A rush of blood to the head incluso lo superó.
El disco hace parte de la reconocida lista de la Revista Rolling Stone de los 500 discos más importantes de la historia. Y su hit: Clocks ha aparecido en innumerables películas, series y cortos de cine.
Pero para muchos de sus fans las cosas empezaron a cambiar a partir de su siguiente lanzamiento.
Parecían haber encontrado una fórmula musical que empezaron a repetir en el disco: X&Y . Las canciones apelaban a una melancolía en la que todos se podían identificar.
Por otro lado su líder y cantante Chris Martin se terminó convirtiendo en una celebridad al casarse con la actriz ganadora del Óscar Gwyneth Paltrow en el 2005.
La atención se desvió de la música y se centró en la perfecta pareja. Pero al público le atrae y le gusta la fama en la medida que se vea casual o accidental. Y aquí todo parecía algo irreal y casi perfecto.
Para sus siguientes discos el grupo abandonó prácticamente por completo sus raíces rock. Su fórmula musical ahora se movía entre las baladas de autoayuda y los himnos para saltar en los conciertos. Viva la vida era el ejemplo perfecto de este tipo de canciones.
Todas tenían una sensación que ya las habíamos escuchado alguna vez. La cuota de rebeldía de sus primeros discos desapareció.
Las causas políticas que promueven sobre el comercio justo no eran consecuentes con los acuerdos comerciales y de patrocinio que firmaban. Algo parecido a lo que le ocurrió a U2.
Incluso para el 2019 anunciaron que no harían gira de su nuevo disco por que los tours contaminaban el planeta. Hoy parece que eso se les olvidó y el anuncio de una gira mundial es inminente.
Pero la fórmula funcionaba y era muy difícil odiar a Coldplay a pesar que la crítica empezó a ser muy dura con ellos.
Muchos artistas empezaron incluso a inspirarse en su estilo de canciones: Ed Sheeran, James Blunt, Keane, One Republic y hasta Maroon 5.
Cuando el EDM o la música electrónica se apoderó de la radio, Coldplay no dudó un minuto en adoptar el sonido con colaboraciones con artistas como Chainsmokers.
Y para su nuevo disco Music of the Spheres, que sale la próxima semana, incluyen una colaboración con los reyes del K-POP “BTS” . La canción se llama My Universe y debutó en directo en el primer lugar.
Además de un dúo con Selena Gomez, la ex chica Disney y estrella del pop.
Todas las decisiones musicales de Coldplay parecen tener un camino y es lograr reproducciones en plataformas. Sin importar desdibujar por completo la esencia de su sonido que tantos fans despertaron en el mundo. Cantar a dúo con el que esté de moda.
Este es el eterno pecado que cometen los artistas después de ciertos años de carrera en su desenfrenado afán de querer ser relevantes o populares sin importar el precio que tengan que pagar. Eso le está pasando a Coldplay.