El agua residual tratada pasa de ser un residuo a un recurso, recurso que, además de representar una disminución de costos en el sector productivo, representa menor presión sobre las fuentes hídricas y un aprovechamiento eficiente.
Colombia es de los pocos países con una norma para el reúso y recirculación de aguas residuales, lo que nos pone a la vanguardia a nivel global en acciones concretas para la protección del agua como un recurso vital para la supervivencia en el planeta.
Esta nueva norma, la resolución 1256 de 2021, que hace parte de ese marco normativo moderno que hemos venido consolidando desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, amplía los usos del agua residual en los sectores agrícola e industrial.
La posibilidad de reusar el agua es también una solución a problemas que se presentan en regiones y sectores, como el de la agricultura, que podrá asegurar el agua para los distritos de riego en cualquier cultivo todo el año; así, la temporada seca de estos primeros meses ya no será un problema si logran optimizar y sacar el mayor provecho a esta normativa.
Según el Ideam, en Colombia se utilizan 16.000 millones de metros cúbicos de agua al año en el sector agrícola. Pretendemos que esta demanda de fuente primaria (natural) disminuya, al hacer uso de la nueva fuente de abastecimiento (agua residual tratada); así damos un gran paso como país en la aplicación de la Estrategia de Economía Circular.
Otro impacto positivo se dará en el mantenimiento de zonas verdes y espacios públicos en ciudades y municipios, donde a veces los gobernantes afrontan dificultades por la escasez de agua.
En el sector industrial, uno de los beneficios más importantes es la recirculación: usar el agua residual en procesos de la empresa. Por ejemplo, hoy una termoeléctrica que extrae agua de la fuente puede usar aguas residuales para enfriar sus equipos y luego la puede recircular en otras actividades, es decir, también se disminuyen los vertimientos a los cuerpos de agua, lo que se traduce en menos costos ambientales y económicos, porque se generan beneficios en el pago de la tasa retributiva. La recirculación se aplica sin autorización o concesión de la autoridad ambiental, que sí aplica en el reúso.
¡Estamos cuidando el agua! Avanzamos en acciones concretas de protección y mayor aprovechamiento, y logramos que el país asuma un liderazgo, como cuando aumentamos la ambición de reducción de emisiones de gases a 2030, pasando del 20 % al 51 %.
Ahora llevaremos esta información al territorio a través de Savia, nuestra Escuela Nacional de Formación Ambiental: pedagogía para hacer que sucedan las cosas. Así mismo, nuestras autoridades ambientales deben implementar esta norma y capacitar al usuario del recurso hídrico.
Destaco el apoyo de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia Andi en este proceso, grandes aliados también de la Ley de Acción Climática, que plantea acciones para la protección de páramos y el agua. La responsabilidad es de todos.
* Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible.