No obstante vivir de tragedia en tragedia lo sucedido en Tasajera nos tocó el alma. Muchos ya han analizado todos los factores que podrían explicar lo inexplicable, donde tantas personas han muerto y otras tantas están en situaciones críticas. Pero lo más doloroso de esta situación es que estos pueblos costeños, solo aparecen en el mapa cuando suceden hechos tan dolorosos como el que acaba de pasar en este pueblo del Magdalena. Pero es hora de una reflexión.

Para entender el profundo atraso de muchos sectores de esta parte del país basta con recorrer pueblos de Antioquia, de Cundinamarca y del Eje Cafetero. Allí se conserva la cultura de cada región y se ve progreso, calles pavimentadas, iglesias cuidadas, plazas llenas de gente, inclusive restaurantes atractivos para ese turismo regional que sin duda han aprendido a desarrollar. Estos pueblos no se parecen en nada a los nuestros, muchos de ellos como Tasajera donde más que pobreza hay miseria, escuelas precarias, evidencias de atraso, calles polvorientas, niños descalzos y en general, la sensación de que el tiempo se detuvo.

En síntesis, la región Caribe es la mejor evidencia, con muy pocas excepciones, de que esa brecha entre las ciudades y los pueblos lejos de reducirse se ha aumentado porque el progreso de las capitales de departamento contrasta con la parálisis de sus municipios y corregimientos aledaños, para no hablar de aquellos más lejanos. Este es el tema que merece una profunda reflexión, y no solo de las autoridades que tienen precisamente la responsabilidad de reducir estas inmensas desigualdades que no tienen excusa posible. La indiferencia también se encuentra en toda la sociedad costeña: como así que cuando van a sus fincas no observan que generación tras generación esos pueblos no cambian. Lo único nuevo es que los pick ups suenan cada vez más duro y todo el mundo tiene celular. Además, pasa el tiempo y la constante son las paredes llenas de avisos de políticos en campaña que permanecen hasta que llegan los anuncios de los nuevos en la siguiente contienda electoral.

Esta es una realidad innegable que ante esta tragedia en Tasajera que le mostró al país nuestra pobreza, debería llevarnos a pensar seriamente en por qué tenemos niveles de rezago social tan elevado; por qué competimos con la región Pacífica, con menos centros de desarrollo que la Región Caribe, en estos deplorables indicadores económicos y sociales. Que no se olvide rápido esta tragedia porque la triste realidad de Tasajera es similar a la de muchos otros. Pueblos abandonados a su suerte, que así tenga algunas autoridades que luchan solas por sacarlos adelante, necesitan una mayor conciencia de los habitantes de esta región para salir del atraso. Es una responsabilidad de todos porque otras regiones como las mencionadas tienen estas pequeñas poblaciones integradas al desarrollo de las grandes ciudades. Esa es la tarea pendiente que no puede aplazarse ante la evidencia que ya tiene el país sobre la situación de los pueblos costeños.

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