El país vive momentos muy difíciles que exigen que quienes tienen en sus manos el manejo de temas tan críticos como la seguridad, muestren el liderazgo que corresponde. El gobierno nacional tiene que entender que si el país y especialmente los jóvenes no observan una posición objetiva sobre lo que sucedió y se sienten marginados, esta explosión seguirá porque van a deducir con razón que esta forma es la única que existe para ser escuchados. Por ello preocupa mucho las declaraciones que está dando la Policía sobre lo sucedido durante la semana anterior.

El director encargo de la Policía afirmó en una rueda de prensa que "nadie dio la orden" y obviamente se refería al uso de armas de fuego en medio de las protestas de la semana anterior. Gravísima información por varias razones. Primero, los videos son testimonios de policías disparando a los manifestantes y son tales las evidencias que es imposible desconocerlas. Segundo, si nadie dio esa orden eso significa total falta de mando en la policía, lo cual crea una realidad desastrosa. Es decir, unos miembros de la policía sin directrices que tienen que enfrentarse a una explosión social de la magnitud de la que ocurrió en Bogotá pero que se expandió a otras ciudades del país e inclusive a pueblos de Cundinamarca. Tercero, y para aumentar el desconcierto, en esa rueda prensa el Mayor General Hoover Penilla acabó se sembrar el pánico al afirmar que cada policía podía hacer uso de armas de fuego, que no necesitan permiso sino que cada uno podía analizar las situaciones que enfrentaba y actuar individuamente.

Es increíble que cuando hay 13 personas muertas por armas de fuego que no se puede ocultar; cuando muchos heridos en esas mismas manifestaciones están hospitalizados por heridas de bala; cuando hay claras evidencias de policías corriendo y disparándole a los manifestantes, quienes dirigen este cuerpo le presentan al país posturas como las descritas. En qué quedamos: ¿se podría concluir que simplemente la responsabilidad es solo de cada uno de los policías que dispararon? Se pueden imaginar lo que siente la ciudadanía frente a esas declaraciones. ¿No puede haber mando en la Policía Nacional? Horror. Pareciera que quisieran dejar solo en manos de las manzanas podridas la responsabilidad de lo sucedido. El país, señores jefes de este órgano de seguridad, evalúen lo que están afirmando antes de que generen más reacciones negativas.

Es fundamental hacer un llamado a las autoridades porque lo único que no necesitan los colombianos, en medio de la crisis económica, con la pandemia cobrando muchas vidas, es sentir que no hay un verdadero liderazgo que reconozca la verdad de los hechos y actúe rápidamente. Nadie niega que hubo vandalismo y todas las voces se han unido rechazándolo pero no se puede ignorar que también se perdieron vidas, mucho más valiosas que la destrucción de los CAI y de otros bienes públicos y privados. Ayer domingo quedó demostrado que la situación no está controlada.

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