Adaptación y resiliencia son la clave del proceso, ante un clima cada vez más cambiante.
Los datos deben explotarse asegurando la calidad de los mismos y la sostenibilidad en el tiempo.
Aumentará la frecuencia de rayos, así como la ocurrencia de granizadas y vendavales localizados. ¡Nos debemos preparar!
Un pequeño error de cálculo fácilmente puede perjudicar cultivos y plantas aledaños al objetivo de las fumigaciones.