En 2015, la Corte Constitucional prohibió fumigar con glifosato los cultivos ilícitos mediante aspersión aérea; sin embargo, en el 2017 la misma Corte emitió una nueva sentencia en la que dejó abierta la posibilidad de volver a autorizar el glifosato bajo esa misma práctica, si el Gobierno cumplía algunas exigencias de carácter ambiental.
A raíz de ello y teniendo en cuenta la presión externa sobre nuestro país, desde final del año anterior se ha venido discutiendo con más fuerza retomar las fumigaciones por vía aérea. De hecho, en diciembre de 2020 la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) realizó una audiencia pública con el fin de revisar el Plan de Manejo Ambiental presentado por la Policía Nacional y así regresar a las fumigaciones aéreas con glifosato. No obstante los resultados indican que falta aún soportar los efectos no solo en el tema ambiental del resorte de ANLA, sino a su vez lo concerniente a todo lo ligado a efectos en la salud.
Pero, ¿qué es en sí el glifosato? Es un herbicida utilizado para acabar con la maleza, reduciendo la competencia y posible afectación en un determinado cultivo. Ahora bien, siendo un producto descubierto por el emporio económico Monsanto, asociado hace pocos años con Bayer, no deja de ser preocupante que debido a esa gran fortaleza económica y si se quiere monopolio se manipule la información en relación con los graves efectos que puede tener el glifosato.
En la década de 1970, Monsanto produjo herbicidas destacándose uno en particular: RoundUp (glifosato). Aunque fue aprobado en sus inicios a nivel mundial, fue erradicado posteriormente de varios países de Europa y de otras naciones, pues estudios científicos hallaron contenidos de RoundUP en muestras de agua, suelo y aire. Pero lo que es más grave aún, en alimentos. Algunos documentos referencian que es el causante de malformaciones, infertilidad, cáncer y destrucción del sistema inmunológico.
Se resalta el fallo del tribunal de San Francisco en el 2018 a favor de un jardinero de California, quien ganó una millonaria demanda contra Monsanto, pues se demostró que el uso del herbicida cada 12 días entre 2012 y 2015 le provocó linfoma cancerígeno. De igual forma, investigaciones realizadas en Brasil por la Universidad de Columbia y en Colombia por la Universidad de los Andes pusieron de manifiesto graves afectaciones en la salud.
Es importante aclarar que lo referido corresponde con las consecuencias de un manejo “controlado” en superficie de ciertas cantidades de RoundUP. Preocupa que se pueda estar muy cerca de un nuevo escenario de aspersión aérea en el país, pues por esta vía es mucho más complejo controlar la cantidad del glifosato que llega sobre una misma superficie. Un pequeño error de cálculo fácilmente puede perjudicar cultivos y plantas aledaños al objetivo de las fumigaciones.
De aprobarse, debe también considerarse el comportamiento histórico del viento y otras variables del clima en cada uno de los meses del año, así como las condiciones de tiempo imperantes en la zona, pues fácilmente se puede alterar el resultado de lo que se pretende. Ojalá se brinden alternativas socioeconómicas viables para las comunidades que pudiesen ser afectadas. ¡Que tema complejo!
Meteorólogo VIDEOCLIMET