Hace unos días la Agencia de Investigación Ambiental (EIA), a través de un estudio que involucró varios actores, pudo establecer el estrecho vínculo entre la deforestación, la ganadería y el suministro de carne, con datos primarios obtenidos nada más y nada menos que desde el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), el cual, de acuerdo con el portal Mongabay Latam, se encarga de vacunar a las más de 28 millones de reses que hay en el país, sin importar si están o no en un área protegida, lo que implica pensar que se conoce perfectamente su ubicación.
La investigación encontró que una buena cantidad de la carne que se consume en grandes cadenas de algunas zonas del país, proviene de predios ubicados en el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, lo que confirma la creciente deforestación en una zona que fue declarada patrimonio natural y cultural de la humanidad por parte de la Unesco en 2018.
La reserva de Chibiriquete, además de ser una fuente inconmensurable de vida, es un área de enorme información rupestre, con una población indígena importante. De acuerdo con Parques Nacionales Naturales de Colombia, cuenta con la mayor diversidad de aves y anfibios, ocupa el segundo lugar en plantas, el tercer lugar en reptiles y el quinto lugar en mamíferos, razón por la que debería estar a la vanguardia de la protección de los diferentes ecosistemas del país, evitando cualquier intervención antrópica que pretenda anteponer derechos económicos, por encima de la vida en todo su contexto. La pregunta sería: ¿Por qué si se conoce la información de la ubicación de las reses y de las vías recientes en la zona, pero además se monitorea casi que en tiempo real la expansión de la deforestación estableciendo que es progresiva y sistemática, no se hace nada o muy poco?
El avance de esta actividad ilícita, es uno de esos referentes importantes en el proceso de degradación de nuestros ecosistemas por todas las implicaciones en relación con el agua, la fauna y la flora, entre otros. A su vez, por la enorme contribución a la emisión de gases de efecto de invernadero (GEI) y por ende, a todo lo concerniente a cambio climático. No debemos desestimar el incremento del metano como otro gas que aporta a la emisión de GEI, si se tiene en cuenta el aumento de la ganadería referido. Sumado a lo anterior, esta práctica en la Amazonía puede alterar los balances hídricos del centro y sur del país, con consecuencias negativas en la oferta ambiental.
El 22 de mayo se ha celebrado el día internacional de la biodiversidad. Hoy sábado 5 de junio una conmemoración más del día mundial del medio ambiente teniendo como tema central la restauración de ecosistemas. Espacios que sin duda nos invitan a reflexionar sobre el manejo que se le da a nuestros recursos, pues realmente estamos lejos de cuidar y salvaguardar nuestros sistemas naturales como debería ser. Algo lamentable, teniendo en cuenta que Colombia es considerada uno de los países con mayor biodiversidad a nivel mundial. Se requieren más acciones efectivas de toda índole que inviten y promuevan la preservación y dejar de lado decisiones unilaterales sin una mirada integral de las diversas problemáticas del país.
Meteorólogo VIDEOCLIMET