Justo hace un año, hablábamos para esta época del mismo tema. ¡Probabilidad de Niña!
Un fenómeno que en la historia climática de nuestro país, ha tenido una repercusión en términos de excesos de precipitación en diversos sectores del territorio nacional. En unos eventos con mayor influencia, en otros siendo menor, dependiendo no solo de la intensidad con que pueda presentarse cada uno de ellos, sino a su vez, de la presencia sincrónica de sistemas meteorológicos de corto plazo o de otros fenómenos de variabilidad climática, los cuales pueden interferir en esa señal de La Niña reconocida en diversos ámbitos.
De manera reciente, la alianza entre el Centro de Predicción Climática y el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad de los Estados Unidos, ha ratificado un nivel de “Vigilancia” frente a la probable ocurrencia del fenómeno, con una probabilidad que es ahora cercana al 70% entre el periodo noviembre/2021 -enero/2022, lo que podría indicar una fase de formación entre septiembre y octubre.
De acuerdo con el análisis y la proyección de los diferentes modelos, de desarrollarse, es probable que sea un evento corto y de intensidad leve. Sin embargo, nada es concluyente y dependerá de la evolución de las condiciones océano-atmósfera en el Pacífico tropical.
Ahora bien, los tres últimos meses (junio a agosto) han sido en general de excesos. Sin temor a dudarlo, un trimestre que en el acumulado se equipara fácilmente con un año considerado lluvioso. Un agosto en el que se han excedido los promedios en un 60-80% en amplios sectores de los departamentos andinos, así como en zonas de Atlántico, Sucre, Bolívar, Cesar, Magdalena y La Guajira.
El río Cauca en su parte media y baja, ha llegado a niveles importantes ocasionando inundaciones en zonas en donde históricamente esto no había sucedido. A nivel hidrológico han sido muchas las zonas del país con emergencias en una época en la que esto no suele presentarse. En términos de amenaza por deslizamientos, ha habido un incremento en el contenido de humedad de los suelos, lo que ha conllevado a que se presente alerta naranja en diversos municipios por probabilidad de ocurrencia de este tipo de fenómeno, e inclusive roja en algunas zonas puntuales.
No sobra mencionar que para la Oficina de Meteorología de Australia no se advierte por ahora probabilidad de ocurrencia del fenómeno. Sin embargo, con Niña o sin Niña, el panorama no es el mejor, pues el comienzo de la segunda temporada de lluvias en amplios sectores de la región Andina y Caribe se estima en la segunda quincena de septiembre, lo que sugiere pensar que “empatará” con este clima reciente atípico.
Por lo anterior, será definitiva la predicción del IDEAM en relación con el comportamiento de las lluvias para los próximos meses. En este momento, “no interesa tanto” conocer si se va a presentar la Niña, sino en dónde se debe poner mucho más la lupa en términos de prevención. Todo lo referido amerita apostarle a un mayor conocimiento de esa variabilidad climática, para lo cual es necesario invertir en capacidades institucionales. ¡Urge más certidumbre!
*Meteorólogo VIDEOCLIMET