A finales del primer campeonato de la Liga Águila del año pasado, Julio Comesaña, entrenador del Atlético Junior, me comentó una teoría suya por la que él deseaba con fervor que ascendiera el Unión Magdalena y hasta el Deportivo Cartagena. Su teoría tenía y tiene una base muy sólida. Hasta ahora Junior tenía un total de siete-ocho partidos en clima frío: tres en Bogotá y cuatro en Medellín, mientras que los duros del altiplano (Nacional, Medellín, Santa Fe, Millos, y también Equidad) solo tenían que hacer un par de desplazamientos a la Costa: Barranquilla y Montería.

Pero Comesaña abundaba en el tema y concluía que era una ventaja importante para Nacional, Medellín, Riofrío y Envigado que cada vez que jugaban entre ellos tuvieran la sensación de enfrentarse al vecino.

Un viaje en autocar bastaba. Y exactamente lo mismo sucede con los equipos de la capital colombiana. Ninguno de ellos se desgasta en viajes a Bogotá como le toca hacer a Junior la mayoría de las veces que tiene que jugar contra los equipos del resto del país. Y todas esas ventajas representan un hándicap serio para Junior.

El celebrado ascenso del “ciclón”, y también el del Cúcuta, significan una buena noticia para los equipos de la Costa Atlántica y, especialmente, para Junior que, sobre el papel, es el más fuerte de los tres que defenderán esta región el próximo año en la Liga Águila. “Que suba Cúcuta también es conveniente porque es una plaza calurosa”, comentaba Comesaña.

La subida del Unión, por otro lado, es buena para el aficionado local puesto que recupera uno de los grandes clásicos del fútbol costeño. Y ahora que en Argentina se frotan las manos con el Boca-River, en lo que llaman la final del siglo, resulta más que gratificante saber que en Barranquilla y en Santa Marta viviremos uno de esos partidos que entusiasman, crean afición y resultan espectaculares no solo por el ambiente que sea crea en las respectivas ciudades sino también por la emoción del juego.

Claro está que para seguir intentando arrebatar el título del fútbol colombiano a los equipos del interior del país tanto Junior como Unión y Jaguares tendrán que reforzar sus plantillas. Porque de nada servirá subir a la categoría reina del fútbol colombiano sí el objetivo no es otro que el de aspirar a conseguir mayores logros.