Existe una costumbre en muchos clubes del mundo que colma los gustos de los aficionados. Nada motiva más a un hincha que un fichaje nuevo. Y es exactamente igual si este futbolista es joven o veterano, una promesa o un crack consagrado, un desconocido o un famoso.
Las presentaciones de los jugadores en los estadios se organizan para que la nueva contratación contacte con la afición y dialogue con la prensa. En los últimos tiempos hemos visto como el FC Barcelona, por ejemplo, abrió el Camp Nou para exhibir a Yerri Mina, Jeison Murillo y hace pocos días a Prince Boateng. Mina apenas jugó, pero el día que pisó el césped del estadio catalán recibió una ovación de colombianos residentes en Barcelona y de simpatizantes del Barça. Tres cuartos de lo mismo sucedió con Murillo, y también con Prince.
Exactamente lo mismo organiza el Real Madrid. Hace unos meses llevó a su estadio a Brahim Díaz, un muchacho de 19 años, con apenas una mínima experiencia en el profesionalismo, y al que todavía Solari no lo ha puesto a competir. Que luego sea titular o suplente no es importante para el marketing de hoy en día. De lo que se trata es de vender bien el producto que acabas de comprar, y crear afición. De ahí que en todas esas presentaciones esté presente el presidente del club. Tanto en la firma del contrato, como en la puesta en escena ante los medios de comunicación. El Barcelona ha puesto de moda que el jugador tenga una sesión de fotos y al final haga un rondo con niños de sus divisiones inferiores. A eso pura y llanamente se le llama fomentar ilusión.
En este sentido echo de menos que el Junior esté perdiendo la oportunidad de hacer lo mismo con un jugador que acaba de contratar, que no es un cualquiera, que toda la prensa ha reconocido como el fichaje más importante del fútbol colombiano y que ha colocado al equipo barranquillero en la ‘pole position’ de aspirantes a ganar todos los títulos. Matías Fernández es uno de esos futbolistas que merecía ser presentado en público antes de su posible debut este sábado en el Metropolitano contra Águilas Doradas de Rionegro. Matías Fernández es un fichaje ideal también para vender su camiseta, con su nombre y aunque lleve otro número diferente al 14 que siempre le ha distinguido. En este sentido, recuerdo que cuando Cristiano Ronaldo fichó por el Juventus, Cuadrado tuvo la gentileza de ceder el número 7 al portugués. Un detallazo.