El día D: la frase corta y concisa que ha marcado para siempre uno de los hechos más trascendentales, inmortales, de la historia universal por el número de seres humanos, pueblos, naciones enfrentadas por antagonismos ideológicos y la primacía de la soberbia humana de los dictadores elocuentes, que fomentaban el orgullo de ser más que el otro. Y que, al otro, si no era de la raza privilegiada, había que eliminarlo.
Vale la pena celebrar aquel día en el que el mundo occidental se la jugó con la operación Overlord. El nombre clave de la batalla de Normandía que comenzó el 6 de junio de 1944, más conocida como el Día D: el desembarco de Normandía, que comenzaba con el asalto aerotransportador realizado por mil doscientas aeronaves, cinco mil barcos y ciento sesenta mil soldados que cruzaron el Canal de la Mancha de Inglaterra a Francia. Hacia agosto, las tropas aliadas sumaban más de tres millones de almas dispuestas a enfrentarse por la libertad.
El gran estratega fue el general norteamericano Dwight D. Eisenhower, Comandante Supremo de la Fuerza Aliada y el general británico Bernard Montgomery que comandaba todas las fuerzas terrestres que formarían la invasión.
En mayo de 1944 había un millón y medio de soldados estadounidenses en el Reino Unido. Su comandante Eisenhower les dijo: “están a punto de embarcar en la Gran Cruzada para la que nos hemos estado preparando estos meses. Los ojos del mundo están sobre ustedes. Las esperanzas y oraciones de las personas amantes de la libertad en todas partes marchan con ustedes. Compañías de nuestros valientes aliados y compañeros de armas en otros frentes conseguirán destruir la maquinaria de guerra alemana, la eliminación de la tiranía nazi sobre los pueblos oprimidos de Europa y la seguridad para nosotros mismos en un mundo libre”.
La mayoría de los soldados estadounidenses se alojaban en campamentos en el Sur de Inglaterra en espera de cruzar el Canal de la Mancha hacia el sector occidental. Los barcos se encontraron en un punto de reunión para formar los convoyes que cruzarían el canal. Alrededor de mil doscientas aeronaves partieron de Inglaterra justo antes de la media noche para trasladar a tres divisiones aerotransportadas hasta las zonas de saltos detrás de las líneas enemigas. Se acercaba el Día D, 6 de junio de 1944, unos trescientos mil soldados cruzaron el Canal de la Mancha por mar y otros veinticuatro mil por aire. El bombardeo naval preliminar efectuado por cinco acorazados, veinte cruceros, sesenta y cinco destructores y dos monitores, comenzó a las 5:45 y se prolongó hasta las 6:25 de la mañana. La infantería comenzó a llegar a las playas francesas.
Aún hoy, sigue siendo una odisea acercarse a las playas de Normandía. Un territorio sagrado de los recuerdos de sus orillas donde las olas todavía arrastran entre sus espumas los girones de sueños de tantos hombres y mujeres que dieron la vida por la libertad. Y todos, celebrando este presente, sentimos la necesidad de mantener la paz.