Alejandro, de 6 años, y Roque Antonio, de 74, tienen algo en común: aman el mismo parque, el Sagrado Corazón y disfrutan hablar y jugar juntos mientras lo recorren como si fuera la primera vez que lo visitan.
Son como dos viejos amigos que durante horas se dedican a redescubrir el espacio que tanto los une aprendiendo el uno del otro. Y no son los únicos, hay decenas de miles de personas a quienes los parques de Barranquilla les cambiaron la vida.
Ver a mi hijo y a mi padre sonriendo cómplices tras ver una iguana o una ardilla en uno de los árboles del parque resulta impagable. A pocos metros, varios niños se gozan el área de juegos; un grupo de jóvenes toma una clase de defensa personal y, en otro punto, unos 20 adultos mayores reciben una charla para mejorar sus hábitos de salud. Más allá, un señor “devora” las páginas de EL HERALDO sentado en una banca como si nada más importara.
¡Es la vida misma la que pasa por un parque! Son tantas las imágenes que nos ofrece este maravilloso lugar en el que uno quisiera quedarse todo el tiempo que haga falta, como lo piden siempre nieto y abuelo. Sin duda, una gran elección. ¡Qué vivan los parques!
Barranquilla, nuestra Capital de Vida, es hoy un referente en el país en esta materia. No es carreta, la iniciativa de construcción y mejoramiento de parques y recuperación del espacio público –que comenzó en el gobierno de Elsa Noguera y que de manera muy acertada se consolidó en el de Alejandro Char con ‘Todos al Parque’– ha sido un paso enorme para generar más calidad de vida para los ciudadanos y fortalecimiento de su tejido social.
En la recta final de esta administración, el compromiso es dejar construidos 200 parques. Se dice pronto, pero serán 200 nuevos espacios seguros con beneficios para todos, en los que se promoverá la convivencia, se estimulará el desarrollo de actividades físicas y recreativas de la familia y habrá un estrecho contacto con la naturaleza, con lo saludable, con todo aquello que nos reconcilia con lo mejor de nosotros mismos. Y que no se me olviden las mascotas que también son bienvenidas en los parques y los disfrutan al máximo.
Y aquí viene la clave: usted, yo, todos los que amamos a Barranquilla debemos unirnos para garantizar que nuestros parques sigan siendo motivo de orgullo y de felicidad. La cultura ciudadana es nuestra asignatura pendiente. Esta transformación del espacio público no puede ser de una sola vía en la que el Distrito invierte miles de millones de pesos y nosotros, bien gracias. Asumamos responsabilidades como aprender a cuidarlos, a respetar sus zonas verdes y a recoger los excrementos de las mascotas. Que sea un compromiso ciudadano por nuestra amada Barranquilla! Se lo merece.
PD: Gracias a todos los que de manera tan generosa han compartido entrañables mensajes luego de mi salida de Caracol Radio. Lo mejor está por venir, creer en los proyectos que hacen soñar y, por qué no, disfrutarlos en uno de los deliciosos parques de mi querida Barranquilla.¡Gracias!