Tras las alertas de la Misión de Observación Electoral sobre el recrudecimiento de la violencia política de cara a los comicios territoriales del 27 de octubre; llegan ahora los cuestionamientos por corrupción de la Fundación Paz y Reconciliación a 98 candidatos relacionados con herencias de la parapolítica o vinculados con fuerzas ilegales.

Esta primera exploración a casi 118 mil candidatos inscritos en los 1122 municipios del país se centra en 236 aspirantes a gobernaciones y alcaldías de 27 departamentos. Un llamado a los votantes para que ejerzan control social frente a este ejército de mujeres y hombres que, en muchos casos, quieren repetir luego de haber sido sancionados por irregularidades en sus administraciones. La política es dinámica, dirían algunos. Vaya descaro.

En la región Caribe, por indicios de corrupción, Paz y Reconciliación advierte del caso del liberal Gabriel Calle, exalcalde del municipio cordobés de Montelíbano, quien aspira nuevamente a la alcaldía mientras enfrenta un proceso por presuntas irregularidades en contratación pública con la sociedad de Economía Mixta Jaguazul S.A. por el que estuvo detenido con orden de captura de la Fiscalía General de la Nación hace unas semanas.

También en el ojo del huracán como herederos de la parapolítica aparecen 38 candidatos. Entre ellos “Juana Gómez Bacci, aspirante a la asamblea de La Guajira, hija de Kiko Gómez, condenado por homicidio y señalado por parapolítica; Luis Alberto Monsalvo Gnneco, candidato a la gobernación del Cesar, hijo de Cielo Gnecco, prima de “KiKo” Gómez y perteneciente a un clan acusado de supuestas relaciones con reconocidos paramilitares y narcotraficantes y Arleth Casado de López, cabeza de lista al concejo de Montería por el partido Liberal, esposa de Juan López Cabrales, condenado por parapolítica”, indica el documento.

No menos preocupante resulta la “impunidad judicial, política y social” que denuncia el informe respecto a candidatos que estuvieron en manos de la justicia y que hoy se presentan ante los electores como si nada hubiera pasado. Uno de estos casos es el de Luis Arturo Palmezano quien con el aval del partido de La U busca convertirse en el alcalde de Hatonuevo, en La Guajira. El señor Palmezano había sido capturado en 2015 señalado de constreñimiento al sufragante, ocultamiento y retención de cédulas y quien, indica Paz y Reconciliación, citando a fuentes en el terreno, “tendría presuntos vínculos con grupos al margen de la ley”.

Pero adicionalmente a los cuestionamientos de ciertos candidatos, sobre los que los votantes deben profundizar, hay que revisar también el tema de las firmas y las coaliciones a las que acuden muchos de ellos para reencaucharse o buscar nuevas oportunidades para acceder al poder, “dejando de lado” a sus tradicionales partidos políticos que siguen estando detrás. Mejor dicho, con cara ganan y con sello también. Asunto bien calculado.

Así que, a 11 semanas de las elecciones, ¿usted ya eligió su candidato? !Pilas con el voto!