En el año 2004, el Banco Interamericano de Desarrollo publicó una investigación sobre El Estado de la Democracia en América Latina, bajo la dirección de Dante Caputo. Este trabajo se realizó en 14 naciones latinoamericanas, incluida Colombia. En su acápite sobre el papel de los medios de comunicación decía que estos cada vez más informan menos y, en su lugar, opinan, juzgan y condenan. En Colombia esto lo podemos palpar cada día en la mayoría de los medios de comunicación. Una periodista siempre se ha destacado por hacer todo lo contrario: es Yolanda Ruiz. Muy pocos como ella.

Con profunda tristeza recientemente nos enteramos de que esta periodista dejaba la dirección de noticias de RCN. La razón expuesta es que quiere ser una “periodista a secas”. En otras palabras, se va de los grandes medios una de las muy pocas y pocos periodistas que quedan en Colombia auténticamente profesionales, éticos, respetuosos, íntegros, de moral intachable y profundamente comprometidos con la construcción democrática en el país. Una mujer aguda, inteligente y pulcra en sus expresiones y en sus entrevistas. Es una pérdida para el periodismo y para los medios de comunicación, cada vez más acomodados al poder y más alejados de los colombianos. Es una pérdida para esa Colombia que busca un sistema social y político liberal, democrático, justo, equitativo e incluyente.

El periodismo y las facultades de comunicación y periodismo deberían seguir como modelo la obra y vida de una profesional transparente y capaz como Yolanda Ruiz. La única cadena radial en sus noticieros que valía la pena escuchar cada mañana era la dirigida por esta periodista. Millones de colombianos quedamos huérfanos de un periodismo hecho con compromiso y profesionalismo, por una mujer con cualidades humanas inigualables. Siempre se preocupó por la verdad, por informar con objetividad, por su imparcialidad y por no juzgar o condenar a otros. Estuvo preocupada por darle espacio a todas las versiones de un suceso o de una situación. Abrió la tribuna a los más débiles de la sociedad, sin ningún cálculo. Fue ejemplo de respeto a las ideas de los demás y del amor a la libertad y la democracia que tanta falta hacen a la sociedad colombiana.

El periodismo y los medios de comunicación, en nuestro país, desempeñan un papel muy pobre en la construcción democrática y su protagonismo político se ha transformado negativamente. Ahora se fragilizan con el retiro de Yolanda Ruiz de los micrófonos radiales. Hará mucha falta esta periodista en estos tiempos tan difíciles de autoritarismo, antidemocracia y exclusión. Particularmente cuando nos aproximamos a un período crucial de la política colombiana, en el cual está en juego la construcción de un país más solidario, que respete la libertad de expresión y en donde la desinformación, difamación y mentira no sean instrumentos de violencia, discriminación y dominación social. Miles y miles de colombianos tendríamos que agradecerle por su labor y por hacer lo que tenía y debía hacer, con amor y dedicación, sin afectar a otros.

PD. Los medios de comunicación son actores sociales, no políticos. Se deben a la opinión pública.