Frecuentemente uno de los motivos de consulta es el tema de la infidelidad en la pareja, y además esta es una de las mayores causas de divorcio. Cuando nuestro valor más importante es la lealtad, lo más seguro es que la persona no pueda continuar con una relación donde su pareja fue infiel. Según Brown (1991), típicamente, una infidelidad tiene seis etapas:

1 Un periodo en el que se crea el clima en el cual la semilla de la infidelidad germinará: la insatisfacción, las heridas, los desacuerdos no discutidos ni resueltos en la relación estable con su pareja.

2 La traición en sí misma. Cuando el miembro más insatisfecho de la relación entra de lleno en la aventura. En este estadio el infiel niega la aventura y el otro (a) muchas veces prefiere ignorar los signos de infidelidad. El miembro fiel de la pareja siempre sabe, a nivel consciente o inconsciente, que el otro está teniendo una aventura, lo que sucede es que la existencia y puesta en escena de los mecanismos de defensa o de autoengaño, llevan a tratar de no querer comprobar lo que pasa, pues esto sabe le puede causar mucho dolor.

3 El descubrimiento de la infidelidad. Este es un momento decisivo, porque la imagen que los miembros de la pareja tenían de sí mismos jamás volverá a ser la misma. El descubrimiento precipita la siguiente etapa.

4 La crisis de la relación. El miembro fiel se obsesiona con la infidelidad del otro pensando que seguramente ese es el problema.

5 La decisión de afrontar los problemas que se encuentran detrás de la infidelidad o enterrarlos.

6 El proceso mutuo de perdón.

Una vez descubierta una infidelidad, esta misma autora (Brown) sugiere en primera instancia que ustedes se pregunten lo siguiente:

1 ¿Por qué piensan que la infidelidad ocurrió ahora? Esto nos indica qué grado de conciencia tienen acerca de los asuntos que subyacen tras la infidelidad.

2 ¿Qué cambios ocurrían en sus vidas justamente antes de que la infidelidad empezará? Ejemplo: un nuevo bebé, la muerte de alguien… cualquier tipo de antecedente con peso emocional suficiente como para desequilibrar a uno de los miembros de la pareja o a los dos.

3 ¿Cuándo empezaron a ir mal las cosas para alguno de ustedes o para ambos? ¿Qué tipo de problemas no fueron resueltos o, por lo menos, discutidos? ¿Qué tipo de habilidades no fueron desarrolladas para el enfrentamiento de las dificultades o los desacuerdos? ¿Qué tipo de factores externos han contribuido a la problemática?

4 ¿Qué pasaba entre ustedes, qué tipo de problemas confrontaban cuando la infidelidad ocurrió? ¿Qué tipo de tensiones confrontaban?

5 ¿Qué los atrajo a ustedes al principio de la relación? Las razones de la atracción inicial entre ambos miembros de la pareja frecuentemente llegan a ser causa de quejas: si una esposa se sintió atraída porque su futuro esposo tenía un carácter fuerte, años después puede resentir su dominio.

6 ¿Durante cuánto tiempo marcho bien la relación? Preguntar esto le recuerda a la pareja que existen cosas positivas y agradables entre los dos y, al mismo tiempo, provee un amortiguador para las tensiones actuales.

Recuerden que después de este suceso la relación no vuelve a ser la misma. Visítame en www.miterapiadepareja.com