A lo largo de nuestra vida, las cuerdas que más intensamente vibran en el interior de las personas son, sin duda, las del amor y el desamor, las del apego y la pérdida, las de los movimientos expansivos del corazón y sus contrarios de retracción.
En las relaciones de pareja, en ocasiones es habitual escuchar la queja de uno de los miembros de la relación acerca de que él o ella siempre se acuerdan del pasado y no han podido perdonar y mucho menos olvidar.
Es posible viajar en el tiempo. Todos lo hacemos, de vez en cuando, pero algunas personas lo hacen con más frecuencia que otras.
La gente que viaja en el tiempo se pasa una buena parte del día pensando en todas las cosas que salieron mal en el pasado y en las que deben hacer mañana. Como resultado, ahí es donde vive, en el pasado o en el futuro. Pocas veces se presta atención a lo que pasa justo ahora, por eso se deja de vivir el momento presente, el único en el que podemos vivir de verdad. Por ejemplo, observa lo que te está pasando mientras estás leyendo esto, ¿estás pensando en alguna otra cosas que sucedió en el pasado o en algo que va a suceder en el futuro? ¿Cómo se siente tu cuerpo justo ahora? ¿Estás haciendo respiraciones profundas y plenas o estás respirando de manera superficial?
Muchas veces no prestamos atención a lo que está sucediendo, a lo que nos dice la gente ni a las cosas que leemos. No prestamos atención a quién está a nuestro alrededor mientras vamos caminando. Y para hacerlo aún más complicado, por lo general, intentamos hacer más de una cosa al mismo tiempo, como manejar el carro, comer y hablar por el celular, todo a la vez. Como resultado perdemos muchas de las cosas que la vida tiene que ofrecernos y, muchas veces, complicamos de mala manera lo que tendría que ser sencillo.
Y, lo peor, no vivir en el presente también nos puede hacer la vida más penosa. Es decir, tal vez esperes que cuando hablas con tu pareja, esta vaya a decir algo insultante, que te haga sentir de mal genio, con irritabilidad ¡Aunque no haya dicho aún ninguna palabra¡. O puede que el simple hecho de pensar en sucesos del pasado haga que te sientas de mal genio, con incomodidad física o emocionalmente lo que, más tarde, interfiere con lo que estés tratando de hacer en ese momento. Evidentemente ambos tipos de viaje en el tiempo pueden volver innecesariamente doloroso cualquier acontecimiento.
Si te encuentras en este dilema no has podido perdonar algo del pasado y este te atormenta constantemente o le tienes miedo al futuro. Te recomiendo aprender destrezas de mindfulness, pues a través de estas aprenderás habilidades que te ayudarán a centrarte en el presente y sobrellevar mejor los acontecimientos angustiantes. Busca ayuda de un experto en salud mental. Visítame en www.miterapiadepareja.com