Una de las razones por la cual las personas tienen dificultades para expresar sus sentimientos es que a menudo se criaron con unos padres excesivamente críticos que pusieron unas normas demasiados exigentes.

El niño no se sintió libre de expresar sus impulsos y sentimientos naturales. Como adultos, muchos de nosotros seguimos llevando a cabo esa elección. El enojo acostumbra a ser el sentimiento que más habitualmente se retuvo, porque con frecuencia no se toleraba en la infancia o su expresión se castigaba.

Con estos tres ejercicios puedes iniciar el cambio para expresar los sentimientos positivos y negativos, es una queja frecuente en terapia, cuando alguno de los dos se les dificulta expresar lo que sienten.

Ejercicio uno

Ponte de acuerdo con tu pareja para reservar una hora o más cada semana para escucharse el uno al otro. En primer lugar, tu compañero te presta toda su atención durante media hora, mientras tú expresas lo que has estado sintiendo a lo largo de la semana. Después intercambian los roles.

Durante tu turno de hablar, es necesario que te centres en la forma en que realmente te has estado sintiendo en relación con lo que ha estado aconteciendo en tu vida, no es suficiente con que solo hables de ello o lo describas.

En tu turno de escuchar, tienes que prestar toda tu atención al que está hablando, sin interrumpirlo. Durante todo el periodo que estás escuchando, abstente por completo de ofrecer tus consejos, opiniones o comentarios. Lo que sí puedes hacer es pedirle a tu interlocutor que te ofrezca alguna aclaración si estás confundido con respecto a algo que esté diciendo.

También es útil que resumas de vez en cuando lo que te comunica, comenzando con: Lo que te estoy entendiendo es…. Haz dicho que….

Esto se llama escucha activa.

Ejercicio dos

El diario de sentimientos. Ten un cuaderno a tu lado cuyo único propósito sea proporcionarte un lugar donde expresar tus sentimientos. Escribe en él cada vez que sientas la necesidad de liberar tu frustración, ira, ansiedad, miedo, tristeza o dolor, así como reflejar sentimientos positivos tales como la alegría, el amor y el entusiasmo. Comienza cada escrito con las palabras (me) siento, o (me) sentí, y escribe el sentimiento.

Ejercicio tres

Escribe una carta para comunicar tus sentimientos a alguien a quien ya no puedas acceder personalmente. Buenos candidatos para esto sería un ex conyugue, un ex amante o un padre o madre que haya fallecido. Tómate un tiempo para expresar todos tus sentimientos hacia esa persona, tanto los positivos como los negativos. Persiste con el proceso hasta que sientas que has dicho todo lo que tenías que decir.

Cuando hayas finalizado la carta, mira los cambios en tu nivel de tensión corporal y en tu estado de ánimo después de expresar lo que sientes.
Siente la emoción, respira profundo y relájate, es un ejercicio muy liberador.
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