Andrea es una chica de 25 años que se dio cuenta de que tenía seria dificultades para tener relaciones sexuales con su pareja. Hoy su pareja le ha pedido que consulte a un especialista, pues además tienen problemas y discusiones por la falta de intimidad. Su pareja describe que las caricias son normales, él tiene sus erecciones y ella lubrica adecuadamente, pero a pesar de eso, en el momento de la penetración ella se niega a continuar con la relación sexual, siente mucho dolor, su novio en ese momento no entiende lo que está sucediendo. Lo primero que hace Andrea es ir donde su ginecólogo.
El caso de Andrea se diagnostica como Vaginismo, una contracción involuntaria del tercio exterior de los músculos de la vagina por la cual se impide la penetración del pene, los dedos, los tampones, o espéculos para la exploración ginecológica. El vaginismo, le causa problemas de dolor a la mujer incluso para realizarse una citología.
Muchos hombres, compañeros de mujeres con vaginismo, pueden acabar padeciendo un problema de disfunción eréctil, pues generan mucha ansiedad ante la penetración debido a sus experiencias de fracaso.
Los trastornos que provocan dolor durante las relaciones sexuales, inciden de forma negativa en la frecuencia y satisfacción sexual. La autoestima de la mujer se baja al tener sentimientos de culpa por no poder tener relaciones sexuales normales con su pareja.
La existencia de vaginismo no implica ausencia de excitación, pues las caricias y todo tipo de estimulación que no sea intravaginal, les es placentero y logran alcanzar el orgasmo sin dificultad. Aunque muchas veces el solo pensar en la posible penetración con dolor, les hará sentir cierta aversión al sexo y en otros casos trastorno de excitabilidad.
Este problema es más frecuente en mujeres jóvenes, y los factores que pueden causarlos son muy variados, desde una experiencia traumática genital por cirugías, lesiones, heridas, carencia de información sexual adecuada, falta de experiencia sexual de la mujer y su pareja, experiencias sexuales traumáticas, miedo al embarazo.
La terapia sexual es la solución más efectiva para este tipo de problemas sexuales femeninos. Para conseguir este objetivo, se les enseñará técnicas de relajación y se entrenará para ejercitar los músculos pélvicos con ejercicios de Kegel, tras la práctica durante varios días de los ejercicios de Kegel, se pasará al programa de dilatación vaginal progresiva.
El tratamiento del vaginismo es posiblemente el que más éxitos terapéuticos proporciona, sobre todo cuando aplicamos técnicas de desensibilización sistemática, junto con tratamiento individual y la reestructuración de las creencias irracionales de la persona. Si tú estás pasando por una situación similar no dudes en consultar a un especialista en psicología clínica y sexualidad. Estamos en www.miterapiadepareja.com.