En enero de 2007, Fernando Gaitán se escapó del Hay Festival en Cartagena para cumplirle una cita a su amigo Efraím Medina Reyes durante el primer Carnaval de las Artes en Barranquilla. Lo habíamos invitado a participar en un panel sobre construcción de personajes, junto a los escritores: el brasileño Marcelo Carneyro Da Cunha, el español Pedro Sorela, la argentina Graciela Gliemmo y los colombianos, el actor Robinson Díaz y el humorista Vladdo. El crítico Ariel Castillo moderaba la charla.
Gaitán llegó al teatro Amira de la Rosa, a la misma hora de su intervención, sudado, pegado a la humedad de su guayabera azul cielo y tras el amparo cómplice de una sonrisa.
La telenovela –dijo esa tarde– es un género popular. Los personajes de la literatura necesitan de cierta exquisitez, al igual que los del teatro, pero los de la televisión no tanto porque se trata de un monstruo que traga de todo, un gran tiburón que, al ser abierto en canal, muestra lo que se ha comido: algas, peces, latas de coca cola, un niñito, etc. Sus personajes deben brotar de las calles y ser capaces de identificarse rápidamente con el espectador.
Escritores como Mónica Agudelo o Bernardo Romero arrancan su historia a partir de los personajes, de crear seis u ocho de ellos con unas características sicológicas y unas condiciones socioeconómicas muy definidas, encerrarlos y ponerlos a cruzarse, a que se maten o generen cosas. Ese cruce genera una chispa de donde surge la historia, la situación, la anécdota.
Yo abordo primero la narración. En una telenovela necesitas 20 o 24 personajes y debes trabajar muchos tipos sicológicos. Cada uno requiere de un trabajo que yo llamo el grado cero, de donde arranca la historia y, de ahí para atrás, es su prehistoria. ¿Dónde nació? ¿Qué relación tiene con su mamá? ¿Dónde estudió? ¿Cuál es su humor, su objetivo en la vida? Para el actor, por ejemplo, es vital conocer esos datos que no salen en la historia.
El personaje tendrá siempre una parte literaria o histórica, de la que partirá un juego de fusión combinado entre el libretista, el actor y el director. Hay casos en que no se deja hacer cosas que uno le tenía programado. Como autor, tienes agarrones con él frente al computador, lo insultas y le dices ‘yo fui quien te creó y te puedo matar’, ah pero no lo puedo matar porque si lo hago me echan del canal…
Este año, Efraím Medina volvió a invitar a Fernando Gaitán al Carnaval de las Artes. Queríamos que hablara, junto a Dago García, de la construcción específica de íconos de la telenovela, como Betty la fea y Pedro el escamoso, creaciones populares de Gaitán y de Dago. Ambos habían aceptado gustosos la oportunidad de conversar sobre su oficio.
Pero el martes, Fernando Gaitán murió y este 15 de febrero, a las 5 de la tarde en La Cueva, sus amigos Dago García, Juan Carlos Vásquez, Efraím Medina y Julián Arango, le brindarán un homenaje. La directora de la Feria del Libro de Barranquilla, Alexandra Vives, conducirá la sesión.