Entre 1954 y 1955, Próspero Morales Pradilla escribió dos veces en El Tiempo sobre lo que llamó “un grupo interesante de jóvenes creativos en Barranquilla”. Pero Próspero no dijo nunca “Grupo de Barranquilla”. Apenas lo sugirió, lo bautizó sin nombrarlo. Fue Germán Vargas Cantillo, quien, al intentar clarificar lo dicho por Próspero, dio al puñado de amigos aquel título definitivo.
Por supuesto, Morales habló con conocimiento de causa. Él llevaba varios años viajando con frecuencia a la capital del Atlántico, donde visitaba a Lolita Riveira Abello, su futura esposa, y era él mismo parte de la cofradía que intercambiaba información y libros.
“Lo que Próspero Morales Pradilla llamó, meses atrás, ‘El Grupo de Barranquilla’ –escribió Germán en 1955– empezó a formarse sin ningún plan definido, sin reuniones a horas fijas, sin propósito alguno de formar un grupo, hace más o menos diez años, en torno al escritor catalán Ramón Vinyes…”.
Próspero había elogiado la aparición de Todos estábamos a la espera, el libro de cuentos de Álvaro. “Cepeda Samudio demuestra, en sus cuentos, que Barranquilla es diferente a todo el país y que esa diferencia comienza a regir en la literatura de ficción”. Y en eso de la creación, el Nene no está solo. Próspero explica: “Desde hace varios años, algunos jóvenes resolvieron conversar, sin compromiso, sobre sus lecturas y experiencias intelectuales. La manera de reunirse, en torno a unas copas, hace pensar en un grupo bohemio. Pero, de aceptar esa clasificación demasiado simplista, habría que ponerle condiciones”.
El artículo ‘Sartre y Di Stefano’, firmado por Germán Vargas en Semana, se convirtió entonces en una especie de acta de constitución del grupo: “En Barranquilla se han reunido (principalmente en el bar La Cueva, decorado por Alejandro Obregón) un grupo de jóvenes de todas las tendencias y ocupaciones que se ha autodenominado ‘El Grupo de Barranquilla’. Está formado por Alfonso Fuenmayor, 37, casado con Adela Rosanía, 2 hijos, periodista de EL HERALDO; Gabriel García Márquez, 29, soltero, Primer Premio Concurso Nacional de Cuento, por ahora radicado en Bogotá (colabora con El Espectador); Álvaro Cepeda Samudio, 29, casado, escritor de novelas y jefe de ventas de automóviles Ford; Germán Vargas, 35, soltero (corresponsal de Semana en Barranquilla) y funcionario de la Contraloría Departamental.
Alrededor de ellos suelen reunirse frecuentemente otros elementos jóvenes como el pintor Obregón, el pianista Roberto Prieto, el cuentista Eduardo Arango, el artista Orlando Rivera y muchos más. (…) El grupo ha realizado una película experimental (con la colaboración del catalán Luis Vicens) denominada La langosta azul y una revista deportiva, Crónica, donde aparecieron los primeros cuentos del hoy renombrado Gabriel García Márquez (La hojarasca)”.
De esta manera, el grupo fue legitimado ante el país e identificado de manera exclusiva y excluyente con su ciudad de origen.