Hace unos años, siendo Verónica Velásquez señorita Antioquia, fue objeto de miles de burlas, y sobre todo de permanentes ridiculizaciones a partir de una sesuda respuesta suya en la nerviosa ronda final del Concurso de Belleza de Cartagena.

Fue una noche de noviembre de 2018 cuando, forrado en esmoquin, el elegante presentador Carlos Calero le formuló la pregunta realizada por otra candidata: “¿Usted cree que la mujer es el complemento del hombre?”. Para algunas señoras de mantilla, velo y abanico en misa era pertinente. Para las feministas se trataba de una tontería sexista. Para el público fue un cuestionamiento típico de reinas de belleza, a quienes se les considera de poco cerebro, lo cual es un prejuicio generalizado e injusto.

Pero Verónica respondió como se le vino en gana y dada toda su capacidad de análisis, que, aunque sonora elemental y hueco en ese momento, vendría a ser, con los años, una frase futurista. ¿O acaso, sin llamar a críticas, ahora no tenemos hombre con hombre, mujer con mujer y todo lo contrario?

Como recorderis, y para ilustración de los lectores, la respuesta completa y exacta de Verónica esa noche en el centro de Convenciones de La Heroica fue la siguiente: “El hombre se complementa al hombre, mujer con mujer, hombre con hombre y también mujer a hombre, del mismo modo en el sentido contrario. Estamos para darnos cariño, para darnos amor. La mujer es el complemento del hombre en un sentido muy bello porque también le amor, también le da cariño. El mundo está evolucionando y cada vez le damos más amor a los hombres, que en el caso colombiano alguna vez fueron machistas”.

En ese momento, hace casi once años, parecía una clásica cantinflada, pero con el tiempo la respuesta fue tomando sentido. Es decir, se materializó en la vida real de miles de seres humanos que no se sienten cómodos y más bien infelices con el cuerpo que la naturaleza les dio y por eso deciden cambiar, o bien con sus actitudes, vestuario y comportamientos, o bien sometiendo a una operación. En algunos casos se realiza la feminización de la voz, en la cual es experto en Barranquilla el médico Antonio Ballestas.

El más vivo ejemplo es la relación trans de personas que han cambiado de género y buscan como complemento a otra que también lo hizo. Está ahora, en todo el furor de las redes, el nombre de la modelo transgénero colombiana Danna Sultana, quien nació hombre y acaba de anunciar el nombre de su pareja. Se trata del puertorriqueño Esteban, quien antes era Stephanie Landrau, una dedicada deportista levantadora de pesas. Los dos -o las dos, o todo lo contrario- acaban de anunciar que desean tener un hijo de forma natural porque ninguno se ha hecho, ni se hará, la reasignación de sexo, como se denomina la operación de supresión de los genitales de nacimiento para ser cambiado por el otro, con el que prefieren estar el resto de sus días. Verónica, no te equivocaste en nada. Eres futuróloga.

mendietahumberto@gmail.com