Flaco servicio le presta a la humanidad quien robe; más flaco aún si lo hace a la educación y mucho más si es a la juventud. Y si ese robo se cometió disfrazado de estafa, abuso de autoridad, falsedad en documento privado, enriquecimiento ilícito, corrupción privada y administración desleal, el asunto es peor. Toda una comunidad –padres, hijos, profesores, funcionarios y ciudadanía– víctima del engaño.
Eso pasó en la Universidad Autónoma del Caribe en los últimos años, de acuerdo con la actual acusación de la Fiscalía contra el exrector Ramsés Vargas y nueve personas más. De esa investigación se desprenden los hechos recientes que han nutrido en abundancia las secciones de crónica roja de la ciudad y el país esta semana.
Es un caso bochornoso sobre el cual hay que tener claridad. Las universidades no son privadas y públicas, como de manera frecuente se dice. En todas las universidades tiene injerencia el Estado. Las públicas, son, como su nombre lo indica, las que se direccionan directamente por funcionarios públicos, y las llamadas privadas obedecen a una figura en la cual la nación delega en fundaciones la administración de la educación. Es así que lo diplomas de los profesionales siempre llevan el encabezado de “…La República de Colombia… confiere”, etc.
Esa claridad viene a colación porque si bien en el reciente caso de la Uniautónoma el Estado intervino tardíamente –como también lo hizo en la investigación contra la exrectora Silvia Gette– se debe establecer que la educación es un asunto absolutamente público, por lo tanto el Estado debe tener la obligación de preservar su estabilidad. En el caso Uniautónoma, como en otros más, llegó algo tarde.
Pero los hombres y las mujeres pasan y las instituciones quedan. La Universidad Autónoma del Caribe está por encima de este bochornoso proceso y de otros más. Tiene 51 años de haber sido fundada y de ella han egresado miles de profesionales que aportan a diario a la sociedad con su trabajo y con las enseñanzas recibidas, sin importar quién o quiénes la direccionen, de todas las pelambres géneros y nacionalidades.
No cabe duda de la fortaleza de la Autónoma, que ha resistido embates de toda índole. Más que a su estructura física, la solidez se debe a su buen capital humano, el cual supera con creces los abusos cometidos por quienes con piel de corderos asumieron su administración en otros tiempos.
Coletilla: Esta noche, a partir de las 8:00 p.m., se realizará en el colegio Biffi La Salle el trigésimo primer encuentro de la confraternidad de exalumnos, el magno evento anual cuya finalidad es reunir amigos de infancia y adolescencia de diferentes promociones y en el cual serán condecorados biffeños destacados en diferentes campos y actividades de la vida, sobre todo en el humanístico, valor fundamental en la enseñanza de esta comunidad.
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