Si algo quedó claro en el XXI Congreso de Analdex es que nuestro sector exportador sufre hoy fuertes condiciones de incertidumbre en los mercados mundiales, donde nadie puede estar seguro que va a pasar. Para rematar, sus empresarios se quejan de estar agobiados por la tramitología que impera en nuestras aduanas, donde las recientes medidas sobre zonas francas en el Estatuto Aduanero les ha complicado más la vida a los mismos. Como en el país cunde la corrupción, el narcotráfico y la ilegalidad, los controles se hacen por la vía física, con papel y sello, lo cual está lejos de los modernos puertos del mundo ya digitalizados. En la mayoría de los países los trámites de exportación o importación toman horas, o a lo sumo 48 horas, mientras en Colombia el asunto toma hoy 4 o más días. No se tienen puertos seguros que funcionen las 24 horas, siete días a la semana. De noche, todo es peligroso y se reduce. Mucho toca hacer en esta materia, pues ser empresario en este país es un acto de heroísmo, aunque me refiero a los verdaderos empresarios, no a los que abundan en nuestra ciudad, enriquecidos gracias a la contratación distrital. Esos son captadores de rentas, y por mas casas de recreo que inauguren, no alcanzan el rasgo de empresarios. Son captadores de rentas y favores. En los premios que el evento otorgó a las nuevas empresas exportadoras, ninguna fue del Atlántico, a pesar de que venimos hablando hace 29 años de apertura y competitividad. Siguen las grandes empresas locales que exportan como siempre lo han hecho, pero nada nuevo en Mipymes. Los costos logísticos del país siguen altos, en un 13,5%. La incertidumbre es grande pues los consultores explicaron la guerra comercial geopolítica que vivimos.
Eduardo Fortuny nos explicó la situación venezolana con mucha claridad, lo cual me dejó mas lleno de dudas. Fortuny demuestra que con un flujo anual de divisas de $6,000 millones de dólares, la economía venezolana se sostiene al mínimo, reducida a un 30% de lo que era. Pero con oro, minerales y remesas, el chavismo es capaz de sostenerse. Expulsarán 3 o 4 millones más de venezolanos. Dijo algo muy cierto: “La economía no tumba dictaduras”. Por ello, creo que todo lo de Guaidó quedará en una farsa y él se equivoca cuando promete escenarios para Venezuela que suponen que la dictadura se va. La verdad es que militarmente sigue fuerte y Trump no parece querer complicarse la vida antes de otras elecciones en Estados Unidos. Ello quiere decir que nos esperan más venezolanos. Tremenda carga fiscal para el país.
Hubo un debate interesante en el terreno fiscal entre Marc Hofsteter y Carrasquilla, pues el primero señaló los peligros del excesivo endeudamiento del estado por una vía poco ortodoxa de cubrir deudas no registradas presupuestalmente mediante sustitución de pasivos y préstamos en TES. Carrasquilla alegó que no tenían ningún problema pero el debate nacional ya está formado, pues el peso de la deuda pública va a empezar a subir en términos del PIB. Las calificadoras de riesgo están también preocupadas.
Se presentó el nuevo Plan Exportador de la RAP Caribe, concentrando la atención en productos no minero-energéticos. La verdad es que el país exporta poco en materia de productos no-tradicionales. A pesar del neoliberalismo arancelario, Colombia es una economía muy cerrada. Buen evento el de Analdex sin duda.
@jparadacor