Ya por estos días la expansión del virus parece continua y no se ve claro que haya sido contenida. Generalmente estos fenómenos siguen procesos dinámicos que llegan a un tope y luego decaen. El problema es que nadie sabe si estamos cerca de ese punto.
Los efectos sobre la economía mundial parecen ya claros, y puede ser el cisne negro de la economía mundial. Muchos analistas esperaban una crisis producto de las tensiones políticos militares entre Estados Unidos e Irán, además de los problemas con Rusia y China. Pero la liebre saltó por donde menos se esperaba y la preocupación por los efectos económicos cunde por todos lados. Algunos esperan que al igual que el virus SARS, una vez se contenga, la economía china se recupere vigorosamente. Pero como lo señala The Economist, este virus se ve más infeccioso que el anterior y China ha bloqueado las provincias más exportadoras desde el 31 de enero. Ello impacta su demanda por materias primas, maquinarias, equipos e insumos de todo tipo. Starbucks ya cerró 4,000 tiendas en China y el problema es que China ya es el 16% de la economía mundial. Hyundai paralizó la producción de vehículos en Corea del Sur, por los problemas de las cadenas de suministros de China. Apple y Nissan ya están sufriendo los efectos. Ya hay dudas sobre el optimismo de Wall Street que esto pasará rápido. El virus registra más de 2,300 víctimas y 75,000 infectados. Empezaron a aparecer casos en Irán, Europa, Estados Unidos, Singapur, Japón, Corea del Sur, Italia, Israel y África.
Se espera que el crecimiento económico de China caiga al 4,5% en este trimestre, lo cual generaría unos efectos multiplicadores en las cadenas de valor en el mundo. Ya la demanda mundial de petróleo está golpeada, lo cual son malas noticias para nosotros. Por eso, no es de extrañar la subida del dólar. La industria turística a nivel mundial da cuenta de un 10,4% del PIB mundial, pero los efectos en cancelaciones ya se empezaron a sentir. Los turistas chinos hacen 134 millones de viajes internacionales, y todo el mundo les huye como la peste. Numerosos eventos se han cancelado en Europa y en el Asia. Otra área duramente afectada es la industria de los cruceros. Este sector mueve unos $45,000 millones de dólares al año, y de seguro ya está sufriendo.
Oxford Economics estima que el virus puede impactar a la economía mundial en un 1.3% del crecimiento global, unos $1.1 billones de dólares. A nivel nacional, ya esta reflexión ha empezado en el Banco de la República, pues siendo Colombia un país todavía minero-exportador, el impacto será ineludible. Ni que decir si por cosas del azar el virus llega a nuestro país, además de los efectos de pánico que causaría en la temporada que se viene en Semana Santa. En Barranquilla, EL HERALDO nos informa que una Pyme de Barranquilla trabaja tres turnos para enviar 800,000 tapabocas a China, ante el desabastecimiento que ocurre de ese producto. Sin embargo, el Corona Virus de nosotros es el de la absoluta corrupción de nuestro sistema político local. Pero ya la Fiscalía dijo que no investigará las denuncias de Aida Merlano. Nos quedaremos con la parodia carnavalera, y todos felices en este extraño mundo de Sobuso.