Colombia está afectada hoy por tres shocks simultáneos: el primero, es el económico, según el cual la tasa de cambio de disparó de $3355 el 1º de enero/2020 a $3584 este 9 de marzo, con señales de subida. El precio del barril de petróleo se desplomó de $68,44 en Enero a $45,27, y pérdidas en bolsa de un 3%, que ya ha golpeado a las inversiones de cartera, fondos de pensiones y ahorros en general. A pesar de los anuncios de calma, el nerviosismo cunde pues nadie le cree mucho a este gobierno. El segundo shock es el del corona virus, el cual ya afecta el turismo, el comercio y las líneas aéreas. El tercer shock es el de la creciente corrupción, esa sí imparable. No habíamos descansados de las declaraciones de Aida Merlano, las cuales no sorprenden a ninguno en la Región Caribe, cuando se destapa la Ñeñemanía, donde los impolutos del Centro Democrático están pringados hasta los tuétanos. Decir que esos dineros no entraron a la campaña pues ahí están los libros, nos supone ingenuos, pues los mismos audios muestran que todo fue bajo la mesa. En las fotos, no sólo aparecen los líderes uribistas, sino sus expresiones locales como nuestro popular alcalde Char y nuestra prístina Gobernadora, además de personas del mundo de los contratistas de su círculo cerrado. ¿Será que una Fiscalía mediatizada por el control uribista llegará a algo? Es la misma fiscalía que parece ocultó los audios por meses.

En medio de esta debacle, fueron refrescantes las palabras de Felipe González en la inauguración de la cátedra Europa. Este líder político acepta que la democracia actual vive periodos oscuros, amenazada por autoritarismos de derecha e izquierda. Estamos a merced de todo tipo de redentores, de muchos matices, que nos llevarán a caminos inciertos. El cáncer de la desigualdad carcome las sociedades occidentales y el deber de modificar esta situación debe radicar no sólo en criterios de viabilidad económica sino en principios éticos. En esta época dice, se imponen tres pilares: 1)

El respeto a los derechos humanos, hoy a mi juicio atropellados por la matanza diaria de líderes sociales y excombatientes ante la casi nula reacción del gobierno ; 2) La democracia pluralista con respeto a las minorías, hoy en mi criterio, eliminada en el Atlántico ante el control absoluto del poder de un grupo económico quien decide y logra durante ya 16 años, imponer sus contratistas, alcaldes y gobernadores, mientras nos distraemos con el Junior y el Carnaval; 3) El respeto a la palabra y el diálogo con quienes piensan diferente, escuchar de verdad y no seguir con el ritual de la participación que se estila en nuestra ciudad. Según González, estos tres pilares fueron la base de la Unión Europea. Mucho que hacer por estos lares.