No es chisme, es historia. No es farándula, es el posible inicio del fin de una institución milenaria. No es una discusión personal entre miembros de una familia, es un conflicto que ha logrado dividir a la opinión pública en dos.
El domingo pasado el mundo presenció una de las entrevistas más sorpresivas de los últimos años. Una que pasará a la historia como la que puso en tela de juicio el rol de las monarquías en la era moderna.
Se sabía que desde hace más de un año, el Príncipe Enrique de Inglaterra y su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle, habían decidido dejar de ser miembros activos de la Casa Real inglesa, pero todos desconocíamos el por qué. La verdad es que durante siglos, la monarquía se había sostenido bajo la premisa de no dar explicaciones y de mostrar un frente unido. Y con las únicas excepciones de las entrevistas dadas en los años noventa por la Princesa Diana y Sarah Ferguson, se habían mantenido bajo la misma línea.
Sin embargo, todo eso cambió el domingo pasado. La entrevista que le concedieron el Príncipe Enrique y Meghan Markle a la periodista Oprah ha hecho más estragos en la imagen de la monarquía, que inclusive logró hacer el escándalo sexual en el que se vio inmerso el Príncipe Andrés. Pues jamás un miembro de la familia real había aceptado públicamente lo que ahí se dijo.
Y aunque fueron muchos los temas debatidos, como por ejemplo, la supuesta falta de apoyo por parte de ‘La Firma’ ante la narrativa que los tabloides ingleses crearon sobre Meghan, y la supuesta respuesta negativa que hubo por parte de la familia cuando esta última temía por su salud mental, realmente el tema que resulta transcendental es el hecho de que hubo preocupaciones de parte de un miembro de alto rango de la familia con respecto al posible color de la piel del hijo de la pareja.
Debido a que Markle es de raza mixta, este comentario que confirmó el mismo Enrique desató una polémica mundial. Y desde entonces, una pregunta ronda: ¿cómo es posible que una monarquía que rige sobre un 67% de razas diversas y mixtas tenga un miembro racista?
Sin embargo, a pesar de que considero que el comentario fue inaudito, aquí va mi opinión impopular. Si iban a hacer esa entrevista tan ‘desinteresadamente’, entonces han debido haber dicho el nombre. Pues en este momento, no es solo una persona la que es racista. Lo son todos.
Toda una institución política centenaria, que en el último siglo se ha encargado de resolver conflictos diplomáticamente, que existe para que los miembros dediquen sus vidas a servirle a la gente, y que hace parte de la cultura de una nación, se está viendo en ruinas por cuenta de una entrevista que viéndolo en retrospectiva (pues al principio no pensaba así) no ha debido suceder.
Porque la verdad no logró nada distinto que manchar a toda una familia. Porque solo polarizó. Y porque en la mitad, lastimosamente, hay contratos con Netflix, Spotify, y otras empresas, que dejan claro que hay mucho dinero de por medio.