Siempre he sido fanática de las películas de Disney, y a pesar de que algunos puedan tomar esta apreciación como superficial o infantil, soy de las que considero que cada uno de estos filmes ha contribuido enormemente a la manera cómo crecemos viendo el mundo.
He hablado de esto antes, pero dadas las circunstancias, me parece pertinente volverlo a repetir. Como muchas niñas, crecí viendo cómo evolucionaban las ‘princesas’ de Disney, cómo cambiaban las historias, cómo maduraban las lecciones, y cómo se ‘abría’ el mundo hacia nuevas culturas.
Sin miedo a sonar exagerada, creo que uno puede vislumbrar que la sociedad ha avanzado si nos concentramos en ver cómo se han ido transformado estas películas con el tiempo, pues antes era difícil poder sentirse representada en ellas. Casi siempre se trataba de historias de princesas que eran blancas, bellas y pacientes, pues un hombre, y solo un hombre, era el que debía rescatarlas. Hoy, por el contrario, cada vez se esmeran más por hablar de verdaderos valores, y por lograr que todos los niños crezcan encontrándose en la pantalla.
Es por esto que considero que la nueva película de Disney, ‘Encanto’, que estará basada en nuestra cultura colombiana, es tan trascendental, ya que con solo ver el tráiler, uno puede ver cuán distinta es a todo lo que se ha hecho hasta ahora. Solo basta con ver el adelanto para poder apreciar que en ella habrá diversidad de razas, que mostrará que ser ‘latina’ no consiste en verse de una sola manera, y que nuestro país tiene su magia.
Para aquellos que hemos crecido viendo cómo se habla y se ve representada nuestra nación, y para aquellos que únicamente hemos visto a Colombia ser desdibujada como un territorio de narcotráfico, es satisfactorio saber que el mundo verá, a través de una película de niños, la otra cara de nuestra patria. La parte que nos llena de orgullo.
Ver las mariposas amarillas de ‘Gabo’, ver el sombrero ‘vueltiao’, ver la arepa, ver nuestras flores, ver las familias, ver el acordeón, y tantas otras cosas más que estoy segura que llegaremos a ver en pantalla gigante, me hace profundamente feliz. Y sí, tal vez algunos dirán ‘que así no es’, ‘que le faltó eso’, ‘que no pusieron aquello’, (porque me imagino que siendo una tierra tan diversa, con tantos acentos, y con tantas diferencias culturales, habrá vacíos), pero la realidad es que nunca antes habíamos estado tan cerca de ‘limpiar nuestra imagen’ en el cine, nunca antes habíamos tenido la oportunidad de que las nuevas generaciones nos vean con otros ojos, y eso nos tiene que llenar de alegría.
Porque a pesar de todo, a pesar de nuestra historia de sangre y de tantas injusticias, y a pesar de todo lo que nos separa, Colombia sigue teniendo su encanto.