Dentro del plan de trabajo de la Procuraduría para el 2023, ordené iniciar comunicación directa con las organizaciones civiles de cada departamento del país; espacios en los que se habla directamente con las mujeres colombianas para conocer sus reclamaciones y necesidades no satisfechas, con la finalidad de, a través de lo que he denominado “Diálogos de vida”, buscar soluciones definitivas acordes con la realidad de cada territorio y allanar los obstáculos que de forma permanente encuentran frente al respeto de sus derechos.
A petición de las diferentes lideresas de asociaciones que luchan por la eliminación de toda clase de violencia contra las mujeres, adolescentes y niñas, así como de los grupos minoritarios discriminados de los municipios y la capital del departamento del Atlántico y aprovechando la conmemoración del Dia Internacional de la Mujer, me reuní el 6 de marzo con todas ellas en la ciudad de Barranquilla para iniciar esos diálogos en mi tierra, y lograr, ojalá así sea, que mi departamento sirva de piloto en el logro de los objetivos trazados. Conversamos de manera directa, tranquila y sin protocolos sobre las problemáticas de este grupo aún no resueltas, y las razones del por qué a pesar de tanta normatividad y reglas, por un lado, y tantos organismos de la institucionalidad, por el otro, el flagelo de violencia no cesa, sino que, por el contrario, se incrementa.
Se concluyó que existe un sobrediagnóstico (no más diagnósticos dicen), que hay necesidad urgente de liderar una adecuada ruta de acción con articulación institucional y de las propias organizaciones civiles; que es fundamental dirigir la mirada hacia la prevención sobre todo en la educación escolar desde los primeros años con cátedra de igualdad de derechos, protección y respeto hacia los grupos minoritarios vulnerados.
Reclaman que urge la formación y capacitación de los servidores públicos de todo nivel en derechos humanos, acceso a la equidad, en el respeto por las diferencias y en la asimilación del concepto del derecho a la igualdad de trato para todos los ciudadanos independientemente de su condición.
Otro punto que piden tener en cuenta es el papel protagónico que deben ejercer los grupos afectados por esas violencias en los territorios y regiones dentro de las políticas públicas nacionales y el plan nacional de desarrollo; que sean escuchadas y tenidas en cuenta sus opiniones y visiones; mayor protección a la comunidad LGBTIQ+, a las personas en situación de discapacidad y a los grupos vulnerables.
Sectores como los de Justicia para que haya mayor contundencia en los casos penales, diversidad, deporte, salud, discapacidad, educación y conflicto armado son de interés especial y requieren colocarlos como ejes centrales para trabajar a profundidad y que sirvan de pilares para ayudar a eliminar las diferencias, la discriminación y la violencia.
Proponen crear una gran mesa profesional interdisciplinaria, en donde primero organicen esas conclusiones iniciales, para luego, trabajar con la institucionalidad departamental y distrital, y al final, reunidos todos los actores, organizar esa gran estrategia interinstitucional que sirva para eliminar las diferencias y que prime el respeto a los derechos de todas y todos.
Debo agradecer esa enriquecedora mañana de conversación y resaltar la buena sinergia entre todas las asociaciones, así como su disponibilidad de avanzar en el logro de sus derechos, recordando el rol tan importante que estas juegan en nuestra sociedad. Reconozco el valor de su trabajo en pro de una sociedad más igualitaria e incluyente.
La Procuraduría estará con ellas, sirviendo desde su misionalidad preventiva y de intervención para liderar y articular todo ese trabajo; poniendo a disposición su estrategia Promujeres: Una Procuraduría comprometida con las mujeres; pero también, si a ello hay lugar, ejerciendo su facultad disciplinaria cuando los funcionarios incumplen su deber funcional. Trabajaremos liderando desde el Ministerio Público, un equipo compuesto por: la Procuraduría Regional del Atlántico, encargada de coordinar, la Provincial de Barranquilla y varios procuradores judiciales del departamento, comprometidos con la causa.
No olvidemos que por orden constitucional la Procuraduría General de la Nación está para garantizar la tranquilidad de las y los ciudadanos y por tanto ahí está para escuchar sus necesidades, apoyar las justas demandas y contribuir a las soluciones.
¡Confío en que el Atlántico y Barranquilla, al lado de la Procuraduría, se luzcan con ese trabajo!
*Procuradora General de la Nación