Atravesamos un momento difícil, inevitable y delirante. Los debates y los temas de conversación se vuelven monótonos. Es una alarma constante y una preocupación insistente. Escribir en medio de tanta indignación es hasta repetitivo. Aburridor. Pero, ¿cómo ser indiferente ante las absurdas reformas, nombramientos y proyectos que se presentan a diario? Quisiera escribir sobre temas más amenos, darle un poco de aire a este espacio, pasar la página, ser positiva y confiar. Sin embargo, cada día el Gobierno se supera a sí mismo. Cada día se prende la alerta de un futuro que más bien se parece al pasado. Es un retroceso que nos perjudica a la mayoría.

Hacer una lista de las arbitrariedades que se pretenden cometer, por estos tiempos de incertidumbre, es agotador pero necesario. Otra semana que nos deja un suspiro de desasosiego y cuestionamientos. Otra semana sin saber qué va a pasar. Querían nombrar como nuevo director del Centro de Memoria Histórica a un personaje que ha criticado a la entidad abiertamente. Un personaje que se niega a reconocer la participación de las Fuerzas Armadas, de algunos empresarios, de miembros de gobiernos anteriores y del mismo Estado en el conflicto armado. Un personaje con actitud revanchista que rechaza los diferentes matices de la historia y la violencia. Es preocupante que se consideren a estos personajes para cargos que necesitan objetividad y sensatez, cargos que deben estar lejos de todo fanatismo. Aquí los favores burocráticos no tienen espacio. Si bien en lo formal su nombre no estuvo en la lista oficial de aspirantes, siempre se insistió que era el candidato que se tenía para ese cargo. O tal vez, se filtró el rumor para crear este tipo de indignación en la sociedad y luego nombrar a otro personaje igual de inapropiado, que ya no nos pareciera tan grave.

El Centro de Memoria Histórica es fundamental en este proceso de reconciliación, entendimiento y posconflicto. La construcción de memoria, en un país sin verdad y con una historia coja, es prioridad. Aunque ya se descartó el nombramiento de Mario Javier Pacheco, es inadmisible el solo hecho de sugerirlo. Los otros candidatos tampoco generan confianza y tranquilidad. Ahora, de pronto es lo que quieren: borrar definitivamente la memoria.

Por otro lado, la Comisión Primera de la Cámara aprobó, en primer debate, la extensión de períodos de alcaldes y gobernadores actuales. El proyecto de Acto Legislativo aún no es un hecho y debe pasar por varias instancias, pero solo considerarlo es inaceptable. Es un golpe directo a la democracia. También pretendían limitar el tiempo para la práctica de aborto legal en el país. Aunque la decisión de la Corte derrotó la ponencia sobre el límite de 24 semanas, se abrió la puerta para que el Congreso lo haga.

Las nefastas reformas, nombramientos y proyectos que insinúa el Gobierno son alarmantes, atentan contra todos los ciudadanos. Lo peor es que un amplio sector de la sociedad apoya semejantes atropellos. La incertidumbre es protagonista por estos días, mientras que los derechos, la memoria, la democracia y la Constitución necesitan de un salvavidas.

@MariaMatusV
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