El Gobierno del presidente Iván Duque ha otorgado al sector educación el mayor presupuesto, al pasar de $38 billones en 2018 a más de $47,3 billones en 2021, lo que demuestra coherencia con los retos y prioridad en la agenda pública.
Estos retos se orientan a brindar más oportunidades de acceso, desde la primera infancia hasta educación superior; honrar los acuerdos con maestros, directivos y estudiantes, y trabajar por la innovación y la flexibilidad con calidad para llegar a todas las zonas del país.
La llegada de la pandemia hizo de este año el más atípico que haya tenido el sistema educativo, lo que aceleró cambios para dar continuidad al servicio educativo. Se dio prioridad a la conectividad y a las mejoras en infraestructura, claves para reducir inequidades, así como diferentes estrategias: guías impresas, material pedagógico, el portal Aprender Digital, la alianza “Mi Señal” y más de 1.200 emisoras comunitarias, enfocadas en la ruralidad fueron parte del estudio en casa.
Estas medidas vinieron acompañadas por un esfuerzo financiero para fomentar la permanencia: se creó el Fondo Solidario para la Educación, que dispuso de recursos que permitieron beneficiar a 57.776 familias para el pago de matrículas, 111.941 jóvenes con el plan de alivios del Icetex y 661.000 jóvenes de Instituciones de Educación Superior públicas.
Al hacer un balance del año, reconocemos las distintas realidades y contextos, y los esfuerzos de las autoridades locales, los maestros y los directivos por llegar a todos los rincones, para que el proceso educativo no se detuviera. Estos esfuerzos permitieron que la matrícula en educación preescolar, básica y media cerrará con 9.428.897 estudiantes y una deserción estimada del 2,2 %; mientras que en educación superior la deserción, para el 70 % de las instituciones, estuvo cercana al 10 %. Lo anterior permitió que hoy en medio de una pandemia, hablemos de cifras cercanas a las del año anterior. Resaltando que debemos persistir para que ningún niño, niña o jóven esté fuera del sistema.
La agenda educativa continuó. Hoy 1,5 millones de niños y niñas en Primera Infancia cuentan con Educación Inicial; se han entregado 178 colegios, 138 de ellos durante este Gobierno y serán 541 que representan 12.690 aulas nuevas y mejoradas en todo el país. Además de mejoramientos en 668 sedes educativas rurales.
Se puso en marcha la Unidad de Alimentación Escolar, que hoy llega a 5.700.000 estudiantes, además más de 1,1 millones de niños y niñas acceden a la Jornada Única, el 16 % de la matrícula. En alianza con el SENA, 300 mil jóvenes obtuvieron su certificado técnico, además de su diploma de bachiller y 161 mil jóvenes accedieron a educación superior gratuita y apoyo financiero con Generación E, por sus méritos. En el cuatrienio serán 336 mil.
Honramos los acuerdos con los maestros, que incluyen cierre de brechas salariales, bonificación a docentes, evaluación con carácter diagnóstico formativo y más oportunidades de formación. También, cumplimos los acuerdos con los estudiantes y maestros de la educación superior, destinando más de $4,5 billones adicionales para funcionamiento, inversión, pasivos e infraestructura, entre otros. Adicionalmente, el MinTIC beneficiará a 14.745 colegios públicos con internet gratuito hasta 2031.
Entre los desafíos que ha traído la pandemia, fuimos pioneros en América Latina en la definición y adopción de protocolos y lineamientos de bioseguridad para lograr el retorno gradual, progresivo y seguro. Las diferentes realidades del proceso de educación en casa han generado rezagos en aprendizajes e impacto socioemocional, y por ello desde septiembre iniciamos pilotos de alternancia.
El proceso de retorno a la preencialidad requiere del consentimiento de los padres, y de pedagogía e información para generar confianza. Fruto de ello, 51 Entidades Territoriales Certificadas en Educación avanzaron en procesos de alternancia, es decir, 23 departamentos y Bogotá, lo que equivale al 73 % del territorio nacional. Hoy todas las secretarías de Educación ya cuentan con Plan de Alternancia Educativa para 2021.
Para lograr este retorno seguro a las aulas se destinaron y transfirieron recursos a las secretarías de Educación, inicialmente por $400.000 millones, del FOME, para habilitar las condiciones bioseguras.
Nuestro desafío en 2021 es retomar más momentos de interacción presencial, básicos en el desarrollo integral de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Con el modelo de alternancia resignificamos el espacio educativo, ya que integra el trabajo académico en casa con encuentros presenciales intencionados pedagógicamente, seguimiento y acompañamiento a los aprendizajes e interacción que incorpora principios de cuidado, autocuidado y bioseguridad para toda la comunidad educativa.