Hablar de la historia de Colombia y su desarrollo energético es, inevitablemente, hablar de la Refinería de Barrancabermeja que el próximo 18 de febrero cumplirá sus primeros 100 años.
La evolución industrial de Colombia en el último siglo se refleja en los avances de esta obra de infraestructura energética, cuya capacidad de carga pasó de 1.500 barriles de petróleo diarios a un promedio de 225.000 barriles al día. Es decir, el 30% del crudo que se produce actualmente en el país es transformado en energéticos o materias primas en sus instalaciones para nuestro consumo.

En sus inicios, la refinería operaba con madera como fuente de calor para destilar el crudo, pero hoy cuenta con un moderno sistema de energía que permite operar 54 unidades de refinación, 32 de servicios industriales, un centro de optimización y más de 315 tanques de almacenamiento que suplen entre 35% y 45% de la demanda de combustibles del país.
Sumado a la gasolina y diésel que, de acuerdo con el Plan Energético Nacional de la UPME 2020- 2050 siguen siendo el 37,62% de la energía utilizada en Colombia, la refinería produce el 5% del propileno que consume la industria nacional de plásticos, 3% del asfalto necesario para nuevas vías y 5% del GLP, combustible fundamental en la transición energética y que consumen más de 3,2 millones de colombianos en lugar de leña y otros combustibles más contaminantes.

La operación de la refinería y la ejecución de estas inversiones generan 3.000 puestos de trabajo que en su mayoría son mano de obra local que contribuyen a la reactivación económica de Santander y no se ha detenido ante las cifras más altas de contagios por covid-19.

Hacia el futuro, la refinería tiene varios retos con el país y la región. El primero es la protección de su vecino más próximo, el Río Magdalena, que exige a Ecopetrol seguir optimizando sus sistemas de tratamiento de aguas residuales y seguir cumpliendo de manera estricta los mandatos de las autoridades ambientales sobre vertimientos.
En segundo lugar, la producción de energía eléctrica para autoconsumo de Ecopetrol basada en fuentes renovables no convencionales, como la que opera en San Fernando y en Castilla en el departamento del Meta, requieren ser replicados en las refinerías.

El tercer reto será mantener el ritmo de inversiones en tecnología de punta para producir combustibles más limpios, cumpliendo con la política emitida desde el Ministerio de Minas y Energía y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que indica que la calidad de los combustibles locales deben cumplir con parámetros como un máximo en las cantidades de azufre que no debe superar las 10 partes por millón en gasolina y diésel para 2030.

No tenemos duda de que la refinería y Ecopetrol, la empresa de todos los colombianos, están a la altura de estos retos y que la capacidad de adaptación que se ha demostrado permitirá ajustarse a otros y nuevos desafíos para seguir entregando desarrollo para la región y bienestar para todos los colombianos.

*Viceministro de Energía