Si antes del 2026 no llegan a las refinerías del país, Barrancabermeja y Cartagena, los crudos de petróleo de producción nacional, no quedará más camino que importar combustibles y materias primas petroquímicas para poder satisfacer nuestra importante demanda.
Así lo ha determinado el Ministerio de Minas y Energía con relación a las reservas que nos quedan por extraer con el método tradicional de perforación. Por esta razón, el Ministerio y la Autoridad Nacional de Hidrocarburos han propuesto la iniciación de operaciones de explotación conocidas como fracking, que abren o destapan las reservas no convencionales por medio de perforaciones y ruptura de rocas, dado que estas reservas existen en provechosas cantidades en nuestro territorio.
En estos momentos su tecnología ha mejorado considerablemente y, aunque todavía se observan contratiempos, el fracking ha convertido a Estados Unidos en un gran productor de petróleo desde el 2011 y estamos seguros de que puede practicarse en Colombia, con los cuidados requeridos, ya que se trata de una técnica en donde hay que controlar o eliminar muchos aspectos que pueden causar daños y molestias. En esto de la aplicación del fracking en Estados Unidos, con resultados iniciales muy indeseables para la población y el medio ambiente, nos viene a colación el concepto de riesgo y pensamos que a todo proyecto hay que aplicarle la prevención de sus riesgos. Pensamos que en Estados Unidos existió mucha presión política por parte de algunas empresas petroleras o estatales y solo contemplaron los verdaderos controles de riesgos en estos métodos no convencionales cuando ocurrieron rechazos de la comunidad, que todavía subsisten en algunos estados. Esto me recuerda algo parecido que ocurrió en la en la república de Ucrania (URSS) en 1986, cuando un grupo de ingenieros recibieron la orden de las autoridades de mejorar la producción de electricidad generada por una gran planta de energía nuclear en la población de Chernobyl, y el resultado final de las supuestas acciones de mejoramiento fue el descontrol y la explosión de los reactores nucleares y la extensión de radioactividad en toda la población, por varios meses, con las consecuentes muertes y daños en la salud de muchos habitantes. No existió un estudio profundo de los riesgos en esta operación de mejoramiento de la productividad eléctrica de origen nuclear y se acrecentaron los temores en todo el mundo sobre los supuestos altos riesgos de estas plantas de energía nuclear.
Hubo falla o dificultad en el estudio de los riesgos y este es el caso de la iniciación de la estrategia del fracking en los Estados Unidos. Pasados los primeros años de operaciones de extracción de crudo con este nuevo método, que ha mejorado la producción de petróleo en USA, ahora sí es factible que Colombia se le mida a la producción de crudo con el fracking, con asesoría de expertos internacionales, para que evitemos un futuro con poca o ninguna producción directa de hidrocarburos y petroquímicos. Con todo respeto al medio ambiente y evitando los fracasos.