En muchos países del mundo los jóvenes están preocupados por el futuro del planeta y se sienten amenazados por el cambio climático y otras alarmas que los científicos e instituciones ambientales están divulgando. Por eso están realizando marchas de protesta (sobre todo en Europa) para exigir que se les garantice una vida sana y su supervivencia, tal como ocurre en este momento con sus hermanos mayores, sus padres y abuelos. En semanas anteriores,las agencias internacionales reportaron que miles de chicos y chicas de Europa se movilizaron en muchas ciudades de ese continente pidiendo “Justicia Climática”. Y lo sorprendente de estas noticias es que la mayoría de las protestas fueron lideradas por graciosas e inteligentes chicas activistas como Greta Thunberg, de Suecia, Adelaide Charlier, de Bélgica; y María Laín, de España. Además, una muestra de la influencia de esta manifestaciones juveniles puede verse en los resultados de las recientes elecciones de la Unión Europea, en donde los Ecologistas tuvieron una gran subida electoral y, aunque no intentan ocupar puestos directivos, aspiran a que los “líderes verdes” lleguen a otros puestos importantes y refuercen las políticas sociales contra el Cambio Climático. En la prensa y en videos pude observar incisivas pancartas y letreros de los manifestantes recordando a los respectivos gobiernos, que cumplieran con el deber de reducir o eliminar esta amenaza, con mensajes en todos los estilos, como este gracioso mensaje en inglés: The planet is hotter than my boyfriend (El paneta es más caliente que mi novio), que observé en manos de una chica en una de las fotos publicadas.

Por todos estos movimientos de protesta y reclamos de los jóvenes del mundo, especialmente los de países europeos, me animo a recordar nuevamente que, definitivamente, estamos viviendo en la era del dañino cambio climático y, sin que esto se interprete como otra cantaleta, es conveniente que recordemos las características de este amenazante fenómeno terrenal: Los niveles atmosféricos de los gases de efecto invernadero que atrapan el calor (el dióxido de carbono de los motores, por ejemplo) han aumentado, debido a las actividades humanas y los impactos de este aumento de temperatura no están esperando un futuro lejano sino que se están sintiendo ahora, y por eso se asustan los chicos y las chicas. La temperatura promedia global aumenta aproximadamente en un grado centígrado, el nivel del mar ha aumento más de 20 centímetros, los glaciares se están derritiendo. También se espera que ocurran más sequías y olas de calor extremo, los huracanes se harán más fuertes y se han observado distorsiones en la migración de animales, pérdida de la biodiversidad y deforestación. Además, si el planeta se calienta en 2°C de temperatura, a partir del año 2030, los humanos afectados por la escasez de agua y enfermedades de diverso orden, serán incontables, y es por estos futuros fenómenos destructores e incómodos que se está generando esta serie de protestas de los jóvenes en Europa, principalmente, y que junto con sus contemporáneos de todo el planeta, les afectará esta amenaza ambiental. Pero hay algo positivo: Estas protestas e intervenciones a nivel público, por parte de chicos y chicas buscando supervivencia, pueden tomarse también como una luz de esperanza si nuestros jóvenes siguen insistiendo obstinadamente en la protección de su futura vida en el planeta. Por todo esto: Insistamos en el Desarrollo Sostenible y salvemos a nuestros descendientes: hijos, nietos y biznietos.