Insistir en el destino final de los plásticos usados se ha vuelto noticia, en donde se resalta la invasión que causan en arroyos, ríos y océanos del mundo, con sus consecuencias para los seres vivos y el medio ambiente.
Anualmente se generan 300 millones de toneladas de residuos plásticos, de los cuales ocho millones acaban en los océanos y en esas grandes masas contaminantes están incluidos los llamados plásticos de un solo uso: las botellas de jugos, los vasos, los pitillos, los platos y recipientes de icopor y las bolsas de las tiendas. “Las cifras de estos residuos en los océanos son increíbles, sobre todo cuando se observan invasiones en los mares”, lo ha dicho Greta Thunberg, promotora de protestas juveniles en Europa por la contaminación de estos residuos y el grave calentamiento global, y que actualmente se encuentra en Nueva York, en conferencia de las Naciones Unidas. Por acá por Colombia, la masiva contaminación con residuos de plásticos ocurrida hace meses en las playas de Puerto Colombia es una muestra patética de que nuestras comunidades ribereñas del Magdalena y sus afluentes, no respetan ni cuidan su propio ambiente.
Hay que “Reducir, Reusar y Reciclar” tanto en el origen de los residuos como en los grupos de recicladores de oficio, para que se lleven todos los reciclables y negocien con las empresas recicladores de Colombia, evitando la polución de nuestros mares cercanos. Es conveniente resaltar el citado Decreto 596 que apoya en toda Colombia la labor nocturna de nuestros “recicladores de oficio” y diariamente recogen, en grandes bolsas, centenares de residuos de plástico usados o deteriorados, escarbando las canecas de basuras de las casas de familia.
Hasta cierto punto, esta actividad de recolección promueve una forma inicial de clasificación de estos residuos de plásticos usados, pero es conveniente que el servicio de recolección de residuos de la Tripe A colabore para que esta separación que se hace en las calles de zonas residenciales, se ejecute previamente en cada casa o apartamento para que, en estos sitios donde se genera la basura, sus habitantes (adultos y niños) se percaten de la necesidad de llevar los plásticos a reciclado o al basurero público evitando contaminación de ríos y arroyos y, finalmente, se evite su aglomeración en los océanos, lo que actualmente preocupa a muchas organizaciones de navegación, como por ejemplo el Grupo Rotario Internacional de Navegación que incluye muchos deportistas y transportadores en yates por todos los mares del mundo y por eso acá en Barranquilla nuestro Distrito Rotario ha comenzado una campaña entre los miembros de los clubes. Por eso también hemos contactado a Barranquilla Verde, entidad ambiental del Distrito, para ofrecerle nuestra colaboración y que en cada edificio, conjunto o casa (donde residan nuestros miembros) se comience a clasificar previamente los residuos de plásticos, para que las empresas recolectoras o los “recicladores de oficio” recojan estos plásticos y los lleven a las recicladoras y así se evite su presencia en los océanos.