La Barranquilla desaparecida
Imágenes y rememoranzas. La próxima semana ocurrirá la presentación de un libro de interés histórico con la reproducción de 377 antiguas postales y fotos de la Colección Enrique Yidi Daccarett, casi todas con 80 o más años, como cuando las editaban los talleres gráficos de J.V.Mogollón & Cia, o la Casa Clavería en tiempos de Agapito y su sobrino Víctor Díaz C., sus iniciadores. Adlai Stevenson Samper escritor de historias locales, algunas del “Barrio Abajo”, otras de la música de antes, y por supuesto de los sitios de encuentro donde los varones adultos parrandeaban, costumbres de la época, y los jóvenes que empezaban a vivir, acudían a escuchar las novedades del momento y a departir entre ellos, y con ellas por supuesto. Él complementa con sus textos lo que se muestra y recupera para la historiografía local, con la colección reproducida. El columnista de estas píldoras, contribuye con sus narraciones, adjuntas a cada postal rescatada por el coleccionista Yidi, a que la memoria urbana se conserve y las presentes generaciones “no pasen en blanco” desinformados del ¿Qué sucedió allí ? ¿Quiénes fueron los protagonistas? Contribución al libro, fruto de la conservación memoriosa de parte de nuestra tradición oral -la que llegó a estar al alcance de Rodolfo Zambrano- , quien deseó compartirla y no llevársela al final de sus días, como alguna vez sugirió Antonio Celia Martínez-Aparicio: “Grábenlo antes de que viaje o entre en la sombras del olvido”. Algo de eso se hizo para Radio Uninorte invitado por Vilma Piñeres, su directora. La edición anterior sobre “El barrio El Prado”, con portada de La Mansión De Mares De la Hoz, del mismo trío de rescatistas gráfico memoriosos está agotada.
Soluciones a tiempo
Es lo que se necesita. Hay que ser pragmáticos. Si por ejemplo un contratista de obras públicas detenidas, por caja corta sobreviniente, encuentra a otro tan idóneo o más que él que cumpla con los requisitos exigidos y cuente con caja suficiente para continuar y terminar la obra ¿Cuál es el problema para cedérsela? Eso le sirve más a la ciudadanía o al ente territorial angustiado, que el aporte urbanístico, vial o de servicio público se dilate y se intente corregir con ruinosas multas. Los contribuyentes lo que quieren son obras bien hechas, en tiempo razonable y a precios normales.
Economía naranja
El Festival internacional del Cuento se desarrolló todas las noches en Luneta 50, en el Barrio Bellavista, con alta concurrencia. En varios municipios en las muy buenas casas cultura construidas por la Gobernación, recibieron a los cuenteros para que sus residentes también los disfrutaran. Un anticipo del Barranquijazz que promueve Samuel Minsky tuvimos este sábado. Un concierto de jazz con un cuarteto de músicos provenientes, insospechadamente, de Sabanalarga, Malambo, Polonuevo y Baranoa, apoyados por Cultura del Atlántico, se lucieron al presentarse en el Parque del Sagrado Corazón, hermoso y tan bien mantenido hoy por la Triple A en Ciudad Jardín, como cuando lo adoptaron económicamente por años, los hermanos Navarro Vives de la extinta Cafetería Universal. Conciertos que Cultura Distrital mensualmente presenta en su Concha Acústica con llenos motivantes, que disfrutan con la fresca brisa de ese sector, y las bandadas de bullosas cotorras que sobrevuelan al caer el sol. Y de contera son gratis
Nunca más se supo
Si al Teatro Amira, además del refuerzo de la estructura que lo sostiene, al fin lo van a ensanchar. Ya el nuevo Teatro de la Universidad del Atlántico, en Puerto Colombia, lo supera en capacidad afortunadamente para las compañías que no querían venir por el factor de sillas a ofrecer (solo 900), ya se pueden presentar. La oposición a ensancharlo, de una respetable dama del mundo de la danza, no se sabe si el Alcalde y menos el Emisor, le pondrán atención. A quien invierte en Barranquilla sus recursos no hay que ponerle trabas. Cada día crece la demanda por eventos culturales y lo que tenemos, tiene limitaciones evidentes. Mientras tanto, como para recordar a la bella y generosa dama que recién partió, el Emisor readecúa todo el primer piso de su sede, para continuar su misión cultural en Barranquilla.