Bolívar y Atlántico califican

Billonarias inversiones del presupuesto nacional ($3.5 billones), gestionaron congresistas tunjanos y dirigentes empresariales con inversiones en los llanos, para que la nación invierta en obras para Boyacá, Meta y Casanare, con ocasión del bicentenario de la Batalla del Puente de Boyacá, un 7 de Agosto. Fecha que algunos la propagan como de la Independencia Nacional –aunque no sea lo mismo– fue sin duda importantísima, pero esa independencia se alcanzó solo para Cundinamarca, Tunja y parte del llano. El 10 de octubre, pero del año próximo, deberíamos celebrar la independencia total –la de verdad–como lo ha mencionado el investigador histórico, Gustavo Bell. Conmemorar el embarque rumbo a La Habana en los derrotados barcos de la Armada Real, de las tripulaciones abordadas y vencidas, la “noche de San Juan” en la Bahía de Cartagena , por el almirante José Prudencio Padilla y su parda marinería. También embarcaron al virrey Sámano, a la real audiencia y a la guarnición defensora, rendida al general venezolano Mariano Montilla, con quienes desde esa plaza fuerte todavía intentaban controlar inútilmente más de medio país. La provincia de Santa Marta continuó leal al rey y en Pasto, por ejemplo, guerrillas realistas acaudilladas por el valiente Aqualonso hasta controlaban territorios sin interés en la rebelión y con nexos político-económicos más cercanos a las autoridades de Quito, que a las excluyentes de Santa Fé. Con Boyacá si se inició el principio del fin de la dominación española, pero la independencia total solo se logró desde el Caribe 14 meses después.

El Caribe excluido

¿A Cartagena la van a dejar por fuera de las celebraciones económico-independentistas cachacas?, ¿a pesar de su enorme contribución en vidas y bienes a la causa de la independencia nacional? Los gobernadores Dumek y Verano ahora va a tener a Lidio García bolivarense como presidente del Senado, oportunidad para que no los dejen por fuera de la piñata económica de obras conmemorativas independentistas. En Barranquilla se dió la Batalla de el Chuchal, ocurrida en las cercanías de la Base A.R.C de Veranillo y a los Molinos Generoso Mancini y Cía, combate donde hasta las mujeres tomaron parte pasando de mano en mano la munición a los vecinos que defendían el poblado del ataque del general Capmani, quien desde Santa Marta intentaba llegar a Cartagena. Aquí hubo más bajas que en la Batalla de Boyacá. Cuando el bicentenario de la proclamación en Villa de Barranquilla, por el presidente Torices, Diana Acosta, a cargo de la memoria Distrital para ese evento insistía en recordar ese bélico y patriótico suceso del Chuchal –origen del mote que ostenta el escudo de Barranquilla de premio al patriotismo. Así que también tenemos acciones en las obras públicas conmemorativas del nuevo Bicentenario, pero el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla ¿si proveerá ?

El ahorro pensional

Con ese dinero los Fondos de Pensiones han reemplazado, en la Bolsa de Valores (BVC) a los Fondos Extranjeros que recolocaron en otros mercados, lo que vendieron en Bogotá , ocasionando una considerable baja en el precio de las acciones de las sociedades anónimas. Esa oportunidad de comprar barato fue aprovechada por los Fondos de Pensiones –dentro de las limitaciones vigentes– para mejorar sus posiciones en buenas empresas. Los grupos económicos que controlan esos fondos ahora aumentaron su poder, gracias al ahorro de las pensiones confiadas a su guarda y cuidado. Con esa nueva demanda los precios accionarios están regresando a sus precios anteriores. “Es que en eso de precios las acciones tienen memoria”, le escuché decir a un veterano inversionista. Sin acciones –de oportunidad– seguramente ese ahorro se habría quedado en los líquidos Tes. Por la sacada de plata al Tesoro Público que se invirtió en acciones hizo reaccionar la Bolsa, pero el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, posiblemente esté corto de caja. Se escucha que a los acreedores del estado –por sentencias ejecutoriadas–les van a proponer pagárselas en Tes. Cuentan que en el exclusivo Club Cartagena, en otras épocas, anualmente los vales impagados se remataban en una reunión de socios más líquidos. Un reconocido exalcalde y magnífico anfitrión de cuanto cachaco importante llegara a la ciudad, tenía una cartera vencida a su cargo por esas atenciones. El día del remate nadie ofrecía nada por su deuda hasta que el personaje levantó la mano y sin puja compró todos sus vales: Eso sí, los pagó “firmando otro vale”.

Corrriendo las fechas

Durante la primera semana del gobierno del presidente Iván Duque se vencieron bonos de deuda por varios miles de millones de dólares. Minhacienda negoció con los banqueros acreedores y estos en un gesto de confianza –con el nuevo presidente y su equipo– aceptaron recibir en pago otros títulos de deuda nacional, con vencimiento escalonado a 30 años a una tasa de interés ligeramente más alta. Y todos felices. La fórmula sigue vigente mientras se mantenga confianza en la seriedad del deudor, su capacidad para generar ingresos y la opinión de las calificadoras de riesgo sea favorable.