Las declaraciones de figuras públicas o ciudadanos del común se convierten habitualmente en noticias. El periodismo es considerado aún como el “cuarto poder”, después del Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial; los comentaristas de la vida social y política, son protegidos por la ley o por la Constitución, de los Derechos Humanos que establece normas para la libertad de expresión de Prensa. Francisco Ruiz Antón, director de Políticas Públicas y Asuntos Institucionales de Google para España y Portugal, declara al respecto: “creo que no estamos viviendo una época de cambios, sino un cambio de época, impulsado por internet y las nuevas tecnologías, que han modificado nuestras vidas y nos han transformado”.
Siempre hay lugar para el periodismo de calidad, lo que representa un servicio a la sociedad, que aporta fuentes de un valor especial, la jerarquización informativa, la guía autorizada, la indagación escrupulosa y el contexto explicativo de los sucesos. Aquello que no se patentiza en internet. Sin embargo, la buena prensa siempre habrá de subsistir independientemente del soporte. Es tal la importancia de internet que el magnate de la informática Bill Gates afirmó “estamos viendo algo histórico que afectará al mundo como un terremoto” como lo hizo la invención de la imprenta durante la era industrial. Porque a lo largo de la historia, los implementos técnicos han abierto formatos y estructuras de contenido. Así como el nacimiento del telégrafo dio pie a la pirámide invertida - en la que nace el qué, cómo, cuándo, dónde y por qué, comúnmente empleado en el periodismo - y a la jerarquización informática, así como la aparición de la radio con la noticia y la crónica contada con grandes voces, gracias a las ondas hertzianas, y a la evolución de la televisión. Hoy día el despliegue del internet y sus diversos recursos técnicos - como las redes sociales virtuales – están impactando a nivel global.
Ese potencial técnico está posibilitando la aparición de nuevos géneros informativos en el entorno digital, bitácoras o diarios personales, entrevistas directas entre usuarios y personajes públicos de información y análisis, fotografías digitales y crónicas o reportajes en texto, audio y video.
Por ahora los medios tradicionales en la redes continúan en vías de experimentación, sin correr mayores riesgos. La aparición de medios digitales empieza a cambiar el mercado de la información periodística habitual. La desaparición de los medios tradicionales de comunicación no es compartida por el magnate estadounidense de la informática.
Sin embargo, el avance tecnológico que ha obligado a la acomodación de las nuevos estilos y contenidos de la información, exigen de parte del periodismo profesional el mayor cuidado, que garantice los principios éticos y la responsabilidad en la comunicación de la noticia.
Es así como las redes sociales con su inmediatez, no deben permitir que el bonito arte del periodismo se vea contaminado y, tal vez, acarree una cuantiosa pérdida de la credibilidad de este oficio.