En estos tiempos de tempestad, y que algunos han denominado la crisis social que azota a nuestro país, como la tormenta perfecta en la cual abundan: la ira, el odio, la rabia y la incertidumbre, quiero entregarles lo que podría titular como: Consejos prácticos e inaplazables para ti. Lo cierto, es que la tensión se ha apoderado de nuestro interior, pareciera que Colombia vive la etapa de indignación social más intensa de muchos años y el pánico crece porque no vemos una salida.

El psiquiatra Felipe Villegas, afirmó recientemente a Noticias Caracol, sobre el tema y tomando como punto de partida el daño que están causando en nuestro interior las imágenes violentas producto de manifestaciones en las calles de las principales ciudades del país. “Cuando validamos nuestras emociones, podemos validar la emoción del otro, entenderlo y apoyarlo. Lo otro, es ser empático, ponernos en los zapatos del prójimo, el contexto que ha vivido el otro para poder entender esa posición que a veces se aleja mucho de la nuestra”.

Si solo pudiéramos convivir pacíficamente con nuestras diferencias, aceptar con madurez como es el otro y respetar sus principios y forma de ver la vida. Es muy fácil armar el sistema emocional y defensivo de tu persona interior, no una vez, sino para toda la vida. Te permitirá enfrentarte a situaciones de riesgo, de amenazas creadas por personas que pudieron imponer sus condiciones y que solo son ínfulas teatrales, pero que en verdad solo son bombas de inflar con solo aire.

Aquí rescato apartes de un decálogo de Francisco Antonio Zea, que desde lo más profundo de su ser nos invita a lo que podría, yo, definir como saber vivir y manejar las emociones.

“Trabajaré alegremente con energía ánimo y pasión. Voy a eliminar dos plagas, la prisa y la indecisión. Hoy viviré con calma y paciencia, porque la prisa es enemiga de una vida feliz y triunfaré. No permitiré que la prisa me acose y que la impaciencia me aburra. No envidiaré a los que tienen más dinero, más belleza o más salud que yo, contaré mis bienes y no mis males. Trataré de resolver los problemas de hoy, el futuro se resuelve a sí mismo. El destino pertenece a los que luchan. Practicaré la ley del perdón”

Sé que no es fácil ponerlo en práctica, pero podría entregarles más herramientas. El primer requisito una vez armado tu sistema sensorial y defensivo, es mantener la calma, seguida del desenfado y el acto de desenvolver las condiciones que redundan en tu provecho y bienestar, sin temor ni contemplaciones gratuitas, especialmente cuando ha recibido traiciones, saqueo del fruto de tu trabajo, envidia de lo que no pudieron lograr tus enemigos, la soberbia que los arrincona en la impotencia todos diferentes nombres de la ignorancia.

Organiza el orden y la ley que en justicia mereces tu tranquilidad y la de tu familia que ha sido bendecida por Dios y recuerda que tus enemigos solo son carbones apagados…

No regreses por el camino que crearon tus enemigos. Ellos no merecen el bienestar que te han robado. Amén.