Cada uno de nosotros, tiene su propia historia, que no siempre le contamos a los más cercanos, y también la que dejamos solo para nosotros mismos, tal vez si para compartir con nuestra almohada, una de las mejores testigos. A pesar de la tecnología en las comunicaciones y las herramientas que existen a disposición, muchos expertos han hablado hoy en día sobre la importancia incluso como terapia, de la disciplina y rescatar la costumbre de llevar un diario personal… bella práctica muy frecuente siglos atrás.
Para mí, es algo sagrado poder confrontar y narrar las experiencias personales y porque no, de otros, a través de un escrito confidente que anteriormente se guardaba con candado en la mesa de noche, en el baúl de los recuerdos o en el rincón de la biblioteca del cuarto de estudio y siempre de manera secreta, como el mayor de los tesoros. Acudiendo a él de forma silenciosa para desahogar tempestades internas o disfrutar de vientos favorables.
Cuando se acerca el fin del 2021 se remueven los espíritus y en la mente nos cobija el balance de nuestras acciones. Y es ahí donde podemos decir: si tuviera un juicioso diario personal podría repasar mis días, horas y momentos que me han afectado positivamente o negativamente, durante los últimos 365 días del año. Tendría lo que llaman una bitácora de no solo mis actuaciones, sino la voz del alma y reuniría la mejor de las evaluaciones.
En un artículo de Junio de 2019 el Psicólogo Armando Arafat dentro de unas notas de terapia On Line escribió: “Algunos le pueden llamar “desahogar la mente”, otros pueden verlo como un archivo cuidadoso de su vida, yo simplemente le llamo introspección. Sin importar cómo le quieras llamar – llevar un diario personal puede ser un ejercicio de grandes beneficios. En palabras más formales, podría llamarle: «El Trabajo Terapéutico de llevar un diario». En tu diario no tienes reglas, escribe cuándo, dónde y cómo te gusta; a tu modo.”
Definitivamente todas las emociones podemos expresarlas a través de un diario personal y que nos lleva a tener una vida ordenada; pero de todas maneras, hay que hacerlo de una forma mesurada e inteligente. La importancia y disciplina de escribir todos los días y llevar esto a un poderoso camino de expresión. Además utilizando el diario frecuentemente, se mejora el ánimo, se puede sentir, transformar para que sea más real a nuestra historia.
Todo lo anterior, conlleva a una fe en sí mismo y que nos transporta al sendero de los deberes. Desde recordar muchas cosas o episodios, hasta una fecha importante que hace parte de nuestra vida íntima, familiar o social. Todo de una forma placentera, generosa y hermosa.
Recomiendo a mis lectores que sin importar la etapa de sus vidas, asuman el valor de iniciar un diario personal. Esto nos lleva de una manera valerosa a enfrentarnos consigo mismos, sin censuras o restricciones de ninguna clase. Además de paso purificamos nuestro espíritu, memoria y el semblante de nuestro transcurrir.
Con el diario se mejora como persona y como ser humano, porque las cosas tienen un especial valor que solo se dimensiona en nuestra intimidad con el espejo del papel sagrado, en donde depositamos para siempre nuestros escritos del alma.