Sobre el valor de la mujer es algo en lo que debemos profundizar, para calcular su inmenso significado. Para todos, con ellas los mejores momentos de la vida.

Esto me hace recordar a nuestro querido Gabriel Garcia Márquez, que a propósito se conmemora su natalicio el próximo 6 de marzo. Gabo con su inspiración y realismo mágico criticó esa actitud de los hombres cuando se creen superiores a ellas: “El machismo es cobardía, falta de hombría” En escenarios distintos agregó: “Creo que la mujer es el ser fuerte, el sexo fuerte, y que gracias a ella la historia sigue adelante. Da la impresión de que los hombres son los protagonistas de la historia, pero sí lo son, es porque alguien está sosteniendo el mundo detrás de ellos, y este alguien es la mujer.”

Lo anterior, me hace recordar una de las frases más emblemáticas y cargadas de verdad, “Detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer” de Groucho Marx, un actor, humorista y escritor estadounidense y cuya frase precisamente nació inspirada en su madre, pues para muchos su padre nunca logró alcanzar sus sueños y fue asediado por el fracaso.

En medio de todas las polémicas en el mundo de hoy y el boom de reivindicaciones de los derechos de la mujer que garanticen su crecimiento y desarrollo integral con respeto y equidad en la sociedad moderna, considero que el avance de ellas ha sido extraordinario. En lo intelectual han asumido poder, pero falta todavía mucho más, diría que aún estamos en pañales.

Nos llena de tristeza e incertidumbre en una sociedad enferma, saber que algo empeora aún más y no se tejen caminos correctivos, cifras como las que entrega recientemente el Departamento Nacional de Estadística DANE, en Colombia, que muestran como resultado que un promedio de 3 niñas entre los 10 y 14 años dieron a luz a diario, en el periodo de los primeros 10 meses del 2021 y que traduce nuevos 886 partos en menores de 14 años, llena de interrogantes y verdades sobre la violación, falta de protección, prevención y acceso a la educación, de garantías que se resume en el abandono de políticas dignas y eficaces hacia la mujer en sus procesos de formación.

Se acerca el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y no debe ser una celebración más, hay que hacer un llamado contundente para crear por fin espacios de participación amplios en la sociedad en igualdad con el hombre, el respeto hacia ellas, el reconocimiento global de sus derechos y su desarrollo íntegro por la dignidad que merecen y que en muchos casos es atropellada y maltratada, sin castigo ejemplar para los autores.

La igualdad es el camino, sin temor a que la mujer sienta la carga igual a la del hombre, ambos deben asumir las mismas dimensiones de responsabilidad y a la vez se les debe garantizar la construcción para lograr sus sueños individuales o colectivos, lo cierto es que a diferencia del hombre la mujer entrega una fuerza maravillosa, el ejemplo que ella regala es un verdadero tesoro, hace aterrizar al hombre y lo ubica donde debe estar, así su orgullo le impida reconocer y ver más allá.

¡Un abrazo para todas las mujeres y para mi mujer también!