Desde tiempos inmemoriales encontrar lo valioso, lo oculto, lo nuevo y lo desconocido es motivo de celebración.
Por ello es que el headhunting de calidad es tan valorado en el mundo de los negocios, porque convierte en arte esa habilidad para descubrir e identificar aquellos talentos más adecuados y que mejor encajan en cada una de las organizaciones, dependiendo de la cultura, contexto, necesidades y desafíos.
Para ponerlo en términos más sencillos, podría ser el equivalente a ir a una tienda en busca de un traje, hacer el recorrido, y seleccionar entre las opciones disponibles. Puede que escojamos uno que nos quede pequeño u otro un poco grande.
O bien optar por ir a un sitio donde es posible hacer el mismo traje con las medidas exactas, con mejor calidad, evitando así tal vez aquella incomodidad que encuentra en el otro traje en el tiro del pantalón al agacharse a recoger algo.
Realizar procesos de selección con un headhunter tiene sus ventajas, ya que por lo general las empresas cazadoras de talentos tienen la capacidad de llegar a un espectro más amplio de candidatos, al tiempo que realizan una búsqueda muy focalizada de acuerdo con los requerimientos acordados con sus clientes.